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martes, 27 de abril de 2010

UNA MIRADA A LA POBREZA


CORAZONES ATENTOS Y QUE ACTÚAN EN CONSECUENCIA
Cáritas Diocesana de Barcelona
Cristianisme i Justícia
Jordi Roglà de Leuw

1.- VIVIR EN UN CONTEXTO DE "CRISIS PERMANENTE"
1.1. Estos lodos......
Tomando como ejemplo los datos presentados por Cáritas, entidad presente en un área metropolitana de cerca de cinco millones de habitantes, nos encontramos con estas tres consideraciones, que probablemente podrían hacerse extensivas a otros puntos del estado:
Primera: durante el año 2009 esta entidad ha atendido a más de 51.000 personas, el doble de las que atendió en 2007.

Segunda: en cuanto a las ayudas económicas, pasa exactamente lo mismo. En el 2009 se han multiplicado por más de dos las ayudas económicas que se habían concedido en el año 007.

Tercera: demasiadas personas no han podido hacer frente a la crisis y de entre ellas un buen porcentaje no está siendo atendido por los servicios sociales de las administraciones, bien porque las citas se están dando hasta con tres meses de plazo, bien por tratarse de personas inmigradas en situación irregular. Habría que preguntarse por qué motivo los servicios sociales de las administraciones muchas veces tienen que dejar de atender a estas personas, cuando, a pesar de no estar en situación regular, están pagando impuestos de manera indirecta.
1.2. ......vienen de aquellos polvos
Sin embargo, este fuerte impacto de la crisis no se entiende sin otro dato: la persistencia de la tasa de pobreza, situada entre el 18 y 20% de la población española durante los catorce años ininterrumpidos de bonanza y de crecimiento económico. Poniendo sólo el acento en la crisis, se olvida que en los años de prosperidad siguieron incrementándose las desigualdades entre el 80% de la población más acomodada y el 20% que vive por debajo del umbral de la pobreza.

Este 20% está formado por un colectivo de personas pobres en situación crónica y por otro que fluctúa en función de diferentes coyunturas personales ("pobres de ida y vuelta"). En total, y según el último estudio de FOESSA-Cáritas (1), casi la mitad de la población española (un 44%) ha sufrido en un momento u otro, durante los siete años analizados (recordemos: años "bueno"), un episodio de pobreza.
Lógicamente, no es lo mismo hacer frente a una época de crisis cuando la etapa de expansión económica se ha aprovechado para mejorar la situación de las personas pobres, que hacerlo cuando por primera vez en 40 ó 50 años no se ha sido capaz de reducir los índices de pobreza y de exclusión social. No quiere decir que no se haya hecho nada; se han hecho cosas, y buenas, pero, simplemente, no se han aprovechado los catorce años de vacas gordas para equiparar los niveles de protección social españoles a los que tienen otros países europeos. Y ahora la crisis pasa factura en forma de sufrimiento de muchas personas y familias.
2.- PERSONAS POBRES EN UN MUNDO RICO
En cuanto a los nuevos colectivos que se están atendiendo, nos ceñiremos a cuatro:
2.1. La nueva pobreza
Los nuevos pobres son personas a las cuales hace cinco o seis años les iban bien las cosas, pero que ahora uno o los dos sustentadores se han quedado en paro, y esto ha provocado que no hayan podido plantar cara a la nueva situación. Por desgracia, se ha extendido demasiado la cultura del mínimo esfuerzo: no hacia falta estudiar para encontrar trabajo, no hacía falta ahorrar para acceder a los bienes de consumo. Todo se podía financiar.
Hemos construido nuestro presente sobre la base de la deuda.

Entre estos nuevos pobres dintinguimos dos grupos:
En primer lugar, los trabajadores por cuenta ajena. Por ejemplo, familias formadas por un matrimonio con dos o tres hijos. Padre y madre trabajaban; él lo hacía en el sector de la construcción y ella en el servicio doméstico. Primero es él quien se queda sin trabajo y más tarde, ella, sobre todo, después del verano de 2008. Es el caso de personas con ingresos de entre 1.500 y 1.800 euros mensuales que tienen que pedir alimentos para poder hacer frente a los pagos mensuales de la hipoteca. No están en situación de pobreza, pero sí en una situación de riesgo si no resuelven pronts sus problemas hipotecarios.
En segundo lugar, se encuentran los autónomos. Baste un ejemplo sacado de la vida:

Hace cosa de unas semanas, saliendo de las oficinas de Cáritas en Barcelona, a última hora de la tarde, en el momento de abrir la puerta, suena el timbre. Era una pareja formada por una mujer gitana y un payo; él, resignado; ella, desolada. Llorando. Él díjo: "Llevamos cuatro días sin comer, ayúdennos, por favor, échemos una mano". Se los acompañó a buscar una pensión. Mientras íbamos andando, dejaron de hablar del problema -es lo que acostumbra a pasar- para pasar a hablar de las causas de su situacion. Se trataba de una pareja de Zaragoza que regentaba un bar. Ambos eran autónomos y cotizaron como tales durante ocho años. En 2007 la situación fue emperorando progresivamente. En 2009 no pudieron hacer frente a los gastos fijos del bar ni a los del alquiler de la vivienda. Dijeron que lo único que querían era trabajar. "Sólo queremos trabajar", repetían. Tras meses de infructuosa búsqueda de trabajo en Zaragoza, decidieron ir a trabajar a la vendimia y se trasladaron a la zona del Penedés. Tras días yendo de población en población, lo único que les ofrecían los servicios socialea de diversas poblaciones fun un billete de tren a Barcelona y un bocadillo. Finalmente, sí, llegaron a Barcelona sin haber podido trabajar en la vendimia. En Barcelona han ido de un servicio social a otro y siempre pasa lo mismo, según ella: "No estamos empadronads y no nos pueden atender".
2.2. Pobres de ida y vuelta
El segundo colectivo es el que denominamos como "pobres de ida y vuelta". Muchas personas que estaban siendo atendidas socialmente hace algunos años pudieron salir de la exclusión, si bien lo hicieron, muchas veces, sin acabar el proceso de acompañamiento que se les ofrecía. Habían conseguido un trabajo; en precario, pero un trabajo. Es el caso de una persona en situación de sin hogar que expresó a quien la atendía:
"Aunque no os lo creáis, yo de ésta lograré salir. Sí, sí, no me miréis así, porque aquí, en el centro de día, no somos todos iguales. Algunos de ellos -señalaba a algunos de sus compañeros- no saldrán jamás; incluso a alguno ya le puede ir bien así. Pero a mí, no. A mi dadme un trabajo, de lo que sea, y ya no me veréis más por aqui".

Y así fue. En la siguiente visita al centro, al preguntar por él, ya no estaba porque había conseguido un trabajo "de lo que sea".
Ahora, sin embargo, estos trabajos son mucho más difíciles de encontrar. Por este motivo vuelven pidiendo ayuda para cubrir necesidades básicas, aunque a ellas, a las personas pobres, es a las primeras a las que no les gusta pedir ayuda -y menos subsidios- ni colapsar los servicios sociales.
Una pequeña aclaración que conviene hacer cuando se habla de las necesidades económicas y de las ayudas a las personas: desde Cáritas y desde otras entidades similares, consideramos que la beneficiencia por la beneficiencia, tal y como se sobreentiende a menudo, crea dependencia y resulta tremendamente humillante para la persona. En cambio, la idea de "beneficencia" que reclamamos es la que corresponde a su etimologia de bene facere, que significa "hacer justicia". Lo que queremos hacer es beneficencia defendiendo la justicia social de las personas empobrecidas.
2.3. Trabajadores pobres
El tercer colectivo sobre el que situamos el foco de atención es el de los trabajadores pobres.

Parecía que las imágenes de un mercado de mano de obra entre nosotros era una cuestión del pasado o de países pobres del llamado tercer mundo. En efecto, en estos países, son millones de personas las que ofrecen al mejor postor su jornada laboral por uno o dos dólares al día. Son personas que trabajando como nadie pero son más pobres que nadie.
Pero ésta ya no es una realidad exclusiva del tercer mundo. Desde hace un tiempo se está atendiendo a personas pobres que trabajan. Los datos corroboran esta experiencia. Ahora que celebramos el Año europeo contra la pobreza y la exclusión social, se ha reconocido que en Europa 80 millones de personas (cerca del 17% de la población) viven por debajo del umbral de la pobreza. No todas son personas en paro. Hay un 8% de las que tienen trabajo con unos salarios que no les permiten salir de esta situación. Es lo que algunos autores llaman "la americanización de la pobreza": personas con trabajos muy precarios y muy sencillos. No es un colectivo nuevo como tal, pero por desgracia parece un colectivo en crecimiento.

Y es que parece notarse una translacion en el conjunto e la pobreza: aumenta el colectivo de la pobreza severa en detrimento del de la pobreza moderada.

2.4. Población extranjera en situación de desregulación
El cuarto grupo es el que denominamos de desregularización. Nos referimos a personas con autorización de residencia y de trabajo que, al quedarse sin ocupación, no pueden renovar la autorizacion y, por tanto, pasan de nuevo a una situación administrativa irregular. También hay personas en situacion irregular desde hace tres o cuatro años que no encuentran trabajo y, en consecuencia, al no disponer de una oferta firme de ocupación, no pueden tramitar el arraigo. En este grupo se tiene que incluir tanto a jóvenes que han llegado como consecuencia de un reagrupamiento familiar, como a personas que, llevando tres años o más en el país, inician el itinerario para obtener el permiso de residencia.

Detengámonos un momento en este punto. ¿Por qué denominamos a las personas "inmigrantes" si a lo largo de la historia, en todo el mundo, han habido permanentemente continuos movimientos de poblaciones?.
Cuando la sociedad o los medios de comunicación hablan de los inmigrantes, a menudo olvidamos la época en la que nosotros lo fuimos. ¿No nos estará pasando como a aquel ministro suizo, que durante los años en que España era un país generador de emigración dijo: "Necesitábamos mano de obra y nos han llegado personas! ¿Es que si ya no son útiles como mano de obra, la alternativa que tenemos es gritar: "fuera extranjeros"?.

Seguramente tenemos el perfil de inmigrantes que "necesitábamos": personal para ocupar lugares de trabajo baratos y de baja cualificación en sectores como la construcción y el turismo. Han llegado los inmigrantes que habíamos pedido. En cambio, no han venido, por ejemplo, técnicos de Asia que sí que han ido a Estados Unidos o Canadá. Y no han venido porque aquí no teníamos definidas otras líneas de actividad económica. Nosotros hemos basado nuestro crecimiento en trabajos y actividades de bajo valor añadido: la construcción y el turismo. Pero, hay muchos ciudadanos de los mismos países a los cuales pertenecen nuestros inmigrantes, que se han establecido allí donde había buenos incentivos, para técnicos, informáticos y otros profesionales.
Quizás sería el momento de dedicar esfuerzos a aprovechar el potencial de estas personas, muchas de ellas con más capacidades y recursos de los que nosotros les hemos reconocido.

3. LA POBLACIÓN ATENDIDA POR CÁRITAS
Hemos intentado describir cómo son los nuevos perfiles de pobreza, aquellos más íntimamente relacionados con una situación de crisis que afecta transversalmente -aunque no con la misma fuerza- muchas capas de nuestra sociedad.

En este apartado intentaremos hacer un retrato más general de aquellas personas que recurren a la ayuda de Cáritas para poder tirar adelante. De manera sintética, podemos imaginar un retrato robot que muestra a:

Una mujer, extranjera, que se hace cargo sola de uno o dos hijos menores, que vive en una habitación de realquiler, que no tiene ingresos porque su situación administrtiva es irregular y que tiene que recibir ayuda para poder pagar la habitación, para alimentos y para poder llevar a sus hijos a la guardería.
Es evidente que éste es el retrato de una realidad mucho más compleja, pero que compendia las consecuencias -todas- de vivir en un contexto como el que hemos descrito al empezar. Pero hay otros perfiles de situaciones de pobreza:
* Niños que se pasan muchas horas solos en casa y a los que se les piden responsabilidades adultas. En las situaciones de realquiler, muchos de estos niños se pasan horas en compañía de gente desconocida y dando vueltas por la calle sin control.

* Personas inmigradas que, al no tener la situación legal resuelta, no pueden trabajar con contrato y se ven obligadas a buscar trabajos en el mercado negro. Trabajos temporales, mal pagados y, en ocasiones, sufriendo abusos de los contratantes que no les pagan o los amenazan con falsas denuncias.

* Las familias que viven de realquiler porque sin ingresos no se pueden permitir pagar un alquiler a precio de mercado, pero que pagan precios abusivos por una habitación en malas condiciones y, a veces, sin derecho a cocina, con el baño a horas restringidas y sin poder lavar la ropa ni sacar sus posesiones de la maleta.

* Mujeres extranjeras que tienen que buscar trabajo porque los maridos se han quedado en el paro, con el conflicto que esto supone a causa del cambio de roles a nivel familiar y de convivencia.

* Las personas con problemas de salud mental: depresión, angustia, ansiedad..... provocados por la presión de vivir bajo condiciones a menudo infrahumanas.

* Evidentemente, las personas mayores con dependencia social: personas solas, aisladas, sin familia o con poca relación familiar, con ingresos insuficientes y, en ocasiones, con problemas de salud mental.

* Como ya hemos comentado, familias que hace tiempo habían sido atendidas, pero que habían remontado, y que ahora, con la crisis, han tenido que volver a pedir ayuda. Y familias que nunca habían requerido ayuda y que ahora se han visto obligadas a llamar a la puerta de entidades sociales o de los Servicios Sociales públicos para poder cubrir las necesidades básicas.

Pero veamos ahora con más detalle, y a pesar de la frialdad de las cifras, cuáles son las personas atendidas, en concreto, por Cáritas en el año 2009:

* Hay un 53% de mujeres frente a un 47% de hombres.

* Por edades, sólo el 3% son personas mayores, el 41% son adultas, el 20% son jóvenes y el 36% menores.

* En cuanto al tipo de familia, el 36% son parejas con hijos, el 34% personas que viven solas y el 15% son familias monomarentales.

*La posesión de la vivienda es casi paritaria entre el alquiler (el 35% de los casos) y el realquiler (el 34%); la propiedad supone el 13%. Hay que destacar que algo más del 12% no tiene un lugar en el que vivir.

* En cuanto al realquiler, el 35% son parejas sin hijos, a pesar de que el 21% vive de realquiler teniendo hijos. Por otro lado, casi el 57% vive en una habitación compartiendo piso con personas con las cuales no tiene ningún vínculo familiar. Aunque el 20% comparte la vivencia con otros familiares.

* Si tenemos en cuenta dónde han nacido: el 31% en España, el 29% en América Central y del Sur y el 26% en Marruecos, mayoritariamente.

* La situación documental de estas personas es irregular en el 26% de los casos, sobre todo en las de origen latinoamericano y del África subsahariana. Otro 25% tiene DNI o pertenece a la UE. El 22% tiene autorización de residencia y de trabajo, mientras que el 14% sólo tiene de residencia, principalmente porque han llegado a nuestro país a través de un reagrupamiento familiar (y éste impide la posibilidad de trabajar).

* En cuanto al trabajo, el 33% se encuentra en paro, el 23% busca trabajo a pesar de estar irregular, el 10% declara estar ocupado en trabajos no regularizados y sólo el 1% tiene contrato.

* Así, se entiende cómo el 47% de las personas atendidas no tiene una fuente de ingresos. Poco más del 12% tiene ingresos procedentes del trabajo regularizado y un 12% recibe ingresos trabajando en la economía sumergida.

Esta radiografía marca claramente el tipo de ayudas que se piden a Cáritas y que se gestionan a través del Servicio de Ayudas Económicas, a pesar de que no son todas, ya que utilizar los recursos residenciales, participar en proyectos materno-infantiles o disponer de apoyo psicológico, por citar sólo algunos ejemplos, no se computa a través de este servicio. Sólo lo hacen aquellas ayudas directas, las que se llevan a cabo en metálico, siempre, evidentemente, previo informe social.

Dicho esto, referiremos que el 56% de las ayudas económicas concedidas se han destinado a cubrir necesidades relacionadas con la vivienda, principalmente el pago de habitaciones de realquiler (68%) y de alquileres (15%). Los otros dos capítulos más importantes de ayudas económicas han sido el de alimentos y los relacionados con la infancia, estos últimos destinados fundamentalmente a pagar guarderías y comedores escolares. Estos conceptos se repiten año tras año, pero este año se han incrementado las cantidades totales, es decir, el número de personas que lo han solicitado.

4.- EL DÍA DESPUÉS: PROPUESTAS PARA UNA NUEVA SOCIEDAD
Entremos ya en el capítulo de propuestas. Nos referiremos a ocho grupos de propuestas:

4.1. Una alternativa al PIB
Seria necesario determinar un indicador nuevo, adicional al PIB: el del bienestar de la persona o del desarrollo social. Valemos por lo que somos y no por los bienes que tenemos y, como dice el informe FOESSA de Cáritas, es necesario un indicador mixto que incluya, entre otras cosas, la participación en la ocupación, en el producto social y una participación política en los derechos sociales: vivienda, educación, salud y relaciones sociales. Tomar sólo como indicador el PIB conduce a contradicciones como las que hablábamos al principio. El crecimiento puede inducir a una visión equivocada de la realidad que no recoja un aumento de las desigualdades y de las personas en riesgo de pobreza. Por desgracia, a pesar de la insistencia en el cambio de modelo después de una crisis como la que estamos viviendo, sólo se sigue tomando este indicador a la hora de medir la salud económica del país.

4.2. Sostenibilidad
La segunda propuesta contempla medidas para llegar a una sociedad mucho más cohesionada y sostenible. Por este motivo se tendría que dedicar una especial atención a:

4.2.1. EDUCACIÓN E IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
Con la crisis, se ha visto la necesidad de disponer de un sistema educativo de calidad y que ofrezca igualdad de oportunidades a todos y a todas. Lo que ahora sucede es que muchas personas parten de niveles muy desiguales. Y, además, necesitamos un sistema eductivo que no varíe sustancialmente según el partido político que gobierne.

Parafraseando al economista rumano Georgescu-Roegen (2), no deberíamos aumentar nuestro grado de entropía, entendida como una fuerza cósmica dispuesta siempre a imposibilitar el cambio. Malas políticas educativas no harán sino aumentar el número de pobres en las próximas generaciones.

Debemos hacer énfasis en la educación de cero a tres años. Tenemos la firme convicción de que esta etapa, hoy en día aún no recogida en la educación obligatoria, es clave para el desarrollo del niño. En esta misma línea va "El informe de la inclusión social en España 2009", elaborado por el Observatori de la inclusió social de Caixa Catalunya, y que ha concluido lo siguiente:

"La baja participación relativa de niños/as de uno y dos años procedentes de familias con pocos recursos educativos en la educacion preescolar, priva a estos menores de oportunidades de desarrollar competencias y capacidades cognitivas cruciales para situarlos en pie de igualdad con otros menores al comienzo de la etapa obligatoria".

Y así también lo hemos constatado, por ejemplo, en los espacios de apoyo maternoinfantil, que Cáritas hace años tiene en funcionamiento. En ellos diariamente madres jóvenes con sus hijos de 0 a 3 años aprenden a vivir con felicidad su maternidad. Reciben información, orientación, se las escucha y acoge plenamente teniendo en cuenta que muchas están solas y/o no tienen referentes. Así pues, convendría poner una atención especial en la educación en estos primeros años de vida.
En este punto alguien se puede preguntar con razón qué tiene que ver esto con la sostenibilidad, ya que hemos relacionado este concepto exclusivamente con su vertiente medioambiental. Creemos que la "sostenibilidad" no se puede referir sólo al medio ambiente, sino que es necesario aplicarlo a las personas.
Es decir: no podemos dejar a nuestros hijos y nietos una pobreza infantil tan elevada, que nos obligue a continuar atendiendo las mismas personas de aquí a unos años pero ya no como niños sino como adultos. Ésta es la sostenibilidad de las personas. Las decisiones que tomemos condicionarán la tasa de pobreza que heredarán nuestros hijos y nietos, y esto debería hacernos pensar (como hacemos con la ecología) en periodos de tiempo más largos que no los que se derivan de las coyunturas económicas.
4.2.2. ERRADICACIÓN DE LA POBREZA EXTREMA
Al hablar de sostenibilidad en una sociedad como la nuestra, la tarea prioritaria es la erradicación de la pobreza extrema. Tenemos que erradicar la pobreza severa del siglo XXI en España. ¿Cómo? De la única manera posible: a través de un pacto entre todos los partidos políticos, destinando en primer lugar dos o tres puntos más del PIB a protección social, pasando del 19 0 20% al 22 o 23%. ¡Qué paso tan grande podríamos dar!. Así lo han hecho determinados países europeos, animados tanto por los objetivos que se marcaron en la Estrategia de Lisboa (2000-2010) como también por los de las Naciones Unidas para el año 2015. Sin embargo, de momento el estado español sigue en la cola de la Unión Europea en Protección Social, junto con Portugal, Grecia y la mayoría de países de la Europa del Este.
4.2.3. PERSONAS MAYORES Y POBREZA ESTRUCTURAL
Este problema ha sido denunciado de forma reiterada por muchas entidades, y entre ellas por Cáritas, a lo largo de estos años y no nos extenderemos. De todos modos, no tendríamos que olvidar la gan cantidad de personas mayores y de viudas que reciben pensiones de jubilación o de viudedad por debajo del umbral de la pobreza: aproximadamente una de cada dos personas mayores de 65 años que viven solas o han enviudado. Queda claro que se trata de la parte inacabada del tercer pilar del Estado del Bienestar. Y una reflexión: si muchas personas viudas habían estado cotizando todos sus impuestos de la unidad familiar bajo el régimen de "gananciales", ¿es moralmente aceptable dejar a la persona viuda en condiciones de "no gananciales"?.
Y no olvidemos, tampoco, a las personas que perciben las denominadas Pensiones No Contributivas, algunas no llegan ni a los 320 euros al mes.
Desde nuestro punto de vista, la tarea de las personas mayores tendría que ser justamente reconocida y retribuida. Cuando les ha llegado la edad de una merecida jubilación, muchas de ellas llevan a cabo tareas de soporte social que de no realizarse agravarían aún mucho más la precariedad social: cuidan los nietos, acogen en su casa a los hijos que han regresado por separaciones, por situaciones de paro o por pérdida dela vivienda al no poder pagar alquileres o hipotecas.
Otra cuestión relacionada con la gente mayor es el grave déficit de equipamientos y de servicios destinados a ellos (centros de día, residencias, atención domiciliaria, etc.). Los esfuerzos que se hayan hecho en esta dirección, y que han sido importantes, no han servido para reducir el déficit en una población cada vez más envejecida.
4.3. Las familias en el centro e la acción política
¿No coincidimos todos en que hemos asistido a una crisis de valores o que, como mínimo, muchas cosas las hemos hecho sin aplicar determinados valores?. Resulta innegable que es la familia la máxima responsable de la transmisión de valores. Esto sólo seguirá siendo posible con políticas de protección familiar adecuadas, y con un abordaje serio de la cuestión de la conciliación laboral y familiar. También en este caso contamos con ejemplos de buenas prácticas en países de nuestro entorno europeo. Cuando estas políticas no se consideran prioritarias, lo sufre toda la sociedad, y especialmente los más jóvenes.
4.4. La hipoteca como herencia
Esta historia no ha sido por desgracia una historia aislada:

"Una entidad financiera animó a unas personas que fueron atendidas en Cáritas a que compraran una vivienda con el sueldo que ganaban (entre 600 y 800 euros). Ellos dijeron que no podían comprarse un piso. A pesar de esto, el banco les indicó que sólo era cuestión de que buscaran a alguien que los avalara. Ellos insistieron en que no podían pedir un aval porque aquellos que los podían avalar se encontraban en la misma situación. Entonces les dieron la solución: presentar avales cruzados. Éste fue el ánimo de la entidad financiera. La última noticia que hemos tenido es que alguno de los "beneficiarios" de aquella operación de avales cruzados ha regresado a su país, dejando previamente las llaves del piso en su Ayuntamiento".
Se ha dicho que la crisis la tenemos que pagar entre todos, pero nunca podremos estar de acuerdo con que las personas más pobres tengan que sufrir tanto. Es un problema de justicia social y tenemos que tener en cuenta que a muchas de estas personas se las ha animado a creer que podían vivir un nivel de vida que no era viable.

¿No hemos puesto a disposición de las entidades financieras ingentes cantidades de dinero?. Pues los servicios jurídicos de Cáritas no han conocido ningún caso que haya recibido dinero de las entidades financieras para paliar su situación, y no nos referimos a condonar una parte de la hipoteca. Como mucho se les ha permitido ampliar el plazo de veinticinco años a treinta años, o incluso hasta cuarenta años. En este punto nos tenemos que remitir otra vez a la sostenibilidad de las personas. ¿Qué espera a la próxima generación sino una hipoteca como herencia?.

4.5. Prioridad: la ocupación joven
En cuanto a la ocupación, creemos necesario aumentar las plazas de formación profesional, incentivar al empleador, retomar la figura del aprendiz y definir cuál o cuáles serán las nuevas actividades económicas que sustituirán a las actuales.
Por cierto, ¿recuerdan a nuestro amigo que pedía un trabajo "de lo que fuera"?. Pues bien, este amigo sería ahora más feliz si pudiera seguir trabajando. Y probablemente habría podido seguir haciéndolo si en vez de apostar por las actividades económicas que teníamos, hubiésemos tenido las mismas, aunque algo más reducidas, y las hubiéramos complementado con otras de mayor valor añadido. ¿Cómo?. Apostando por la I+D+I (3) y una mayor protección social. Los jóvenes tienen que ser una prioridad en el campo de la ocupación: no puede estar sin trabajo uno de cada tres o cuatro jóvenes. De nuevo, volvemos a la sostenibilidad, pero no del medio ambiente sino de las personas.
Son necesarias, evidentemente, las políticas de ayudas sociales, pero desde la experiencia en atención a las personas, se ve cómo es la propia persona, con el apoyo necesario, la que tiene que tomar la iniciativa en el proceso de recuperación de la propia autonomía, porque en la vida todos tenemos que poner un poco de nuestra parte: de otro modo nada funciona. Por tanto, son necesarias las políticas sociales, pero se tendría que destinar la misma cantidad de dinero a la inversión y no sólo a un gasto que actúa como un parche momentáneo.
4.6. Atención a la salud mental
Los problemas de salud mental son una realidad constatada por todos los que trabajamos en el campo social y una realidad que no ha cesado de aumentar en los últimos años. En ocasiones se trata de una situación crónica que acaba con la persona en la calle, y en otras, es la calle la que acaba perjudicando la salud mental de la persona. Esta situación comporta consecuencias de todo tipo: individual, como en el caso de la ansiedad, la depresión y las enfermedades psicosoáticas; familiar, como el aumento de los conflictos con la pareja o con los hijos; y social, porque pueden llegar a provocar conflictos sociales y una ruptura de la cohesión y la convivencia. La atención a la salud mental es una atención deficitaria en nuestro país, y esto provoca que muchas personas que son atendidas por los servicios sociales, deberían estar recibiendo tratamiento en el marco de instituciones sociosanitarias adecuadas.

4.7. Reforma de la Ley de Extranjería
La preocupación por la normativa que tiene que regular la estancia de las personas extranjeras en nuestro país viene de lejos. A lo largo del proceso de Consenso Social sobre las Migraciones puesto en marcha en Cataluña por Cáritas y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), iniciado el año 2005 -y ya antes, en el documento "Un futuro para todo el mundo"- , se apuntaban numerosos cambios que se tenían que introducir en la Ley de Extranjería, ya que se consideraba que se vulneraban derechos fundamentales. Algunos de estos cambios se contemplaron y hoy en día ya forman parte del cuerpo de dicha ley, pero no todos.

Por este motivo, la Plataforma d'entitats cristianes amb els inmigrants, un conjunto de entidades que trabajan junto a las personas inmigradas para ayudarlas en la integración en su nueva sociedad, hicieron público un manifiesto en el cual pedían un cambio significativo en diversos aspectos de derechos básico. Estas son las consideraciones que la Plataorma hace en relación a la Ley de Extranjería:

* Alargar el periodo de internamiento, teniendo en cuenta que muchos centros no cumplen las condiciones mínimas de habitabilidad, sólo sirve para alargar el sufrimiento de estas personas.
* No se puede sancionar la hospitalidad. Es verdad que con la enmienda al proyecto inicial ya no se prevé penalizar a las entidades o instituciones que prentas atención a las personas inmigradas, pero sí se considera punible la solidaridad individual de aquellas personas que invitan a un extranjero y que pasado el periodo de permanencia regular, siguen manteniéndole a su cargo.

*Es una ley excesivamente restrictiva con el reagrupamiento familiar, más restrictiva incluso de lo que marca la normativa europea: la persona que quiere traer a sus padres no podrá solicitarlo hasta los 5 años de residencia legal en España (la normativa europea establece un máximo de 2 años) y, además, sólo se podrán reagrupar los ascendientes menores de 65 años por razones humanitarias.

*A los menores no acompañados se les trata más como extranjeros que como menores a los cuales haya que proteger.

*También introduce la discriminación en el acceso a la formación: sólo los menores tienen derecho a la educación, estén o no en situación regularizada en Espña, mientras que los mayores de edad sólo tendrán derecho a la educación si se encuentran en situación regular.

Todo ello acentúa una situación que ya por sí misma es bastante difícil para todas aquellas personas que lo han tenido que dejar todo para intentar ganarse la vida con dignidad huyendo de una pobreza segura.

4.8. Medidas organizativas
Finalmente, unas medidas organizativas.

La primera propuesta es una mejor coordinación entre las Administraciones. Recordemos el ejemplo de la pareja antes citado y cómo iba de una Administración a otra, de una población a otra y de una comunidad autónoma a otra. Nuestra propuesta se centra en la coordinación entre Administraciones para mejorar la eficiencia de las políticas sociales (y optimizar asú unos recursos que no son precisamente sobrantes). Y, lógicamente, también, buscar la coordinación entre administraciones públicas y entidades sociales privadas: aprovechemos las sinergias. Además, en los servicios sociales de las Administraciones se necesita la figura del referente, que asegure la transversalidad de la atención.

Y la segunda propuesta, en la línea de la colaboración entre entidades y administraciones, es la equiparación de determinadas entidades con los centros especiales de trabajo que tienen una ciertas prerrogativas como estar exentos de la cuota empresarial a la Seguridad Social o recibir subvenciones por lugar de trabajo ocupado.

CONCLUSIÓN
Hasta aquí hemos visto -o descubierto- una realidad conmovedora que a pesar de estar en nuestro entorno más inmediato no siempre los medios de comunicación se prestan a enseñar. Pero es una realidad que existe y que no podemos pasar por alto. A esta situación hemos llegado partiendo de un largo periodo de crecimiento económico. Y a pesar de esto, no hemos sido capaces de forjar un verdadero Estado del Bienestar, una sociedad integradora, donde todo el mundo pueda situarse en un plano de igualdad. El bienestar construido sobre los parámetros de la precariedad (laboral, económica y social) seha demostrado demasiado débil. Hace falta reforzar los hilos de este tejido, y hace falta hacerlo empezando por cambiar nuestra mirada.

(1) VI Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, 2008.
(2) Nicholas GEORGESCU-ROEGEN, The Entropy Law and the Economic Process, Cambridge, Massachusetts, Harvard University Press, 1971.
(3) Investigación + Desarrollo + Innovación Tecnológica.

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