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domingo, 16 de octubre de 2011

PARA DURÁN I LLEIDA Y QUIEN QUIERA LEERLO: "EL PER (QUE NO EXISTE) EN DIEZ PUNTOS

LOS ANDALUCES Y LAS ANDALUZAS NO QUEREMOS SUBSIDIOS NI LIMOSNAS, QUEREMOS LO QUE ES NUESTRO: LA TIERRA PA TRABAJARLA Y EL CONTROL DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN. OTRO GALLO NOS CANTARA....















Hoy viene un artículo en DIARIO DE SEVILLA, periódico al que no se le puede calificar precisamente de "rojo", sobre las palabras de Duran Lleida sobre el PER que merece la pena leerse, especialmente el titulado "EL PER (QUE NO EXISTE) EN DIEZ PUNTOS".  

L@s jornaler@s andaluces no cobrarían el "PER", que ya se verá que no se llama así, si se pusiese en explotación ese gigantesco latifundio tercermundista que son los miles de hectareas improductivas que sólo sirven para que pasee el Príncipe de Inglaterra u obtengan subvenciones los capitalistas, los señoritos y señoritas, incluida la tan famosa duquesa grande de España recién casada.
Pero cuando l@s jornaler@s asaltan las fincas porque quieren trabajar esa tierra... Son ROJOS, ANARQUISTAS, VIOLENTOS... Y llega la Guardia Civil...

Andaluces, levantaos, pedid tierra y libertad, sea por Andalucía libre, los pueblos y la humanidad... (versión original del Himno de Andalucía, no descafeinada).


El Sr. Durán podrá cantar esta cancioncilla del Cabrero o de Reicidentes, sin avergonzarse:
Y en la plaza de mi pueblo,
dijo el jornalero al amo...
En la plaza de mi pueblo,
dijo el jornalero al amo:
"Nuestros hijos nacerán con el puño levantao"
"Nuestros hijos nacerán con el puño levantao"
¡Qué mi voz suba hasta el monte!
¡Qué mi voz baje al barranco!
Hasta que los jornaleros se apoderen de los campos.
¡Qué mi voz suba hasta el monte!
¡Qué mi voz baje al barranco!
Hasta que los jornaleros se apoderen de los campos.
Hasta que los jornaleros se apoderen de los campos.

Las cuestiones básicas que el catalanismo de Convergencia aparenta ignorar sobre los subsidios a los jornaleros andaluces.

1. El PER no existe. El Plan de Empleo Rural fue un programa de inversiones aprobado en 1984 y que se prolongó hasta el año 1996. Muy criticado por el PP, que acuñó el término de voto cautivo, su filosofía era realizar obras que permitieran a los jornaleros completar con peonadas los días de trabajo en el campo, lo que, con un mínimo, les permitía acceder a un subsidio, ya que en el régimen agrario no era posible acceder a las prestaciones de desempleo. En realidad, se trataba de un programa en contra de la pobreza severa. El fraude existente, con compra y venta de peonadas, conchabándose contratadores y beneficiarios, dando mucho poder a pequeños ayuntamientos, que eran los encargados de controlarlo, emborronó un sistema que tuvo su utilidad para evitar masivos éxodos y el abandono del medio rural en Andalucía y Extremadura. En 1984 se tenían censados 800.000 jornaleros y, de ellos, 600.000 se tenían censados en estas dos comunicades, lo que no quiere decir que todos lo cobraran. Al jornalero, al querer atarle al territorio, se le impedía acceder a ese subsidio si se iba a trabajar a otro lugar. Sin incluir el subsicio agrario que acompañaba al PER en estas dos regiones, en 1996 el sistema se extendió a Castilla La Mancha, Castilla y León, Valencia, Murcia, Canarias y Aragón.

2. El AEPSA y el PROFEA. En 1996 el gobierno popular acabó con el PER como denominación, aunque comprobó que no proteger el medio rural podía tener un coste social inasumible, por lo que lo incluyó dentro el AEPSA (Acuerdo para el Empleo y la Proteccion Social Agraria), que incluía la formación ocupacional. Lo que conocemos como PER pasó a denominarse PROFEA (PLan de Fomento del Empleo Agrario). En realidad, y eso no se le puede achacar a Durán, todo el mundo le sigue llamando PER.

3. El Subsidio agrario. Es a este elemento al que se refiere Durán i Lleida. Es lo que para el ciudadano medio es el PER. El subsidio agrario es un complemento a la renta de los jornaleros, que tienen que cubrir un mínimo de peonadas, 35, para optar al subsidio. En años excepcionales de adversidades climatológicas, como lo fue el año anterior, esos 35 días se han reducido a 20.

4. Lo que se cobra. El subsidio agrario es un complemento. Difícilmente una familia puede vivir con una cantidad que, en neto, son 426 euros mensuales, ya que hay que descontar los 86 euros mensuales que contizan los jornaleros. Esta cantidad no llega al 80% del salario mínimo, establecido en 641 euros. Su duración es de seis meses.

5. ¿Quien lo cobra?. Principalmente, las mujeres del campo andaluzas. Son más de un 60% las beneficiarias del subsidio, lo que se explica por el boom de la construcción, que sacó a los varones del campo, pasando las mujeres y los inmigrantes a realizar estas tareas.
 
6. El número. Han sido 131.991 jornaleros y jornaleras andaluzas las que accedieron a estas ayudas el pasado mes de agosto. El resto, menos de 20.000, pertenecen a Extremadura.

7. Cada vez menos. La crisis ha disparado el coste en prestaciones por desempleo en nuestro pais, incrementándose en más de un 103% en tres años. Por el contrario, en el subsidio agrario han descendido sus beneficiarios en ese mismo plazo un 15%. La mecanización de las tareas del campo hace cada vez más difícil alcanzar las peonadas mínimas, con o sin ayudas de las obras que financia el PROFEA, esto es, el PER. En cualquier caso, el subsidio supone un coste de unos 60 millones de euros al mes para el Estado, un 2,4% de todas las prestaciones por desempleo que se abonan en España.

8. La renta agraria. Al endurecer el PP las condiciones para acceder al subsidio agrario, en 2004 se creó un segundo sistema, la renta agraria (muy minoritario), para aquellos trabajadores del campo que, por no llevar tres años en el sistema agrario, no pudieran acceder al subsidio. Viene a ser prácticamente lo mismo, sólo que, burocráticamente, es más complejo.

9. El futuro. La propuesta de reforma presentada por Dacian Ciolos ataca a la línea de flotación de la agricultura andaluza, al cambiar productividad por extensión y crear un cordón ecológico de un 30% de la superficie. Algo así se materializaría, dentro de la cadena de producción, en muchísimas menos peonadas y la eliminación del subsidio agrario tal y como lo concemos en la actualidad.

10. Y a todo esto, ¿a cuenta de qué el discurso de Durán? Porque es el que más le gusta a un sector del catalanismo. Dura Lleida conoce perfectamente el funcionamiento del subsidio agrario y su necesidad. De hecho, ya repitió en anteriores ocasiones frases parecidas y parecida fue la reacción. Sus palabras, en realidad, son para el consumo interno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad Isabel que has acertado con este tema. A ciertos personajes atorrantes les encanta hablar pendejadas sobre Andalucia y los andaluces. Habrá que refrescarles la memoria y abrirles el intelecto a fuerza d porrazos muy bien argumentados (como lo que acabas de escribir), por deslenguados y cabrones. Te amo.