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viernes, 29 de junio de 2012

ASISTENCIA SOCIAL O RENTA BÁSICA


Escritos de Ramiro Pinto


Después de 25 años de desarrollo de derechos sociales, da la impresión de que queda mucho por hacer, con todo el esfuerzo que se ha realizado. Parece que es una labor al modo de Penélope, que teje de día y desteje de noche.
La actuación del trabajador social, surge al amparo de una sensibilidad política hacia los problemas sociales y ante un determinado modelo económico que hace posible una política social, todo lo cual se especifica en la segunda parte de los Pactos de la Moncloa (1977) y un año después se plasma en la Constitución.
La economía y los problemas sociales, en este periodo de tiempo, han cambiado drásticamente y ni las políticas económicas ni los servicios sociales se adaptan hoy a la nueva situación. Han sucedido cambios generacionales, de socialización, de empleo, de mentalidad, de equilibrio de población, de consumo, de sostenibilidad y demás.
Parece que ocurre como en la paradoja de Zenón sobre Aquiles y la tortuga, una cuestión que no tiene salida: Aquiles corre diez veces más que la tortuga. Al recorrer diez metros la tortuga recorre uno. Cuando Aquiles recorre un metro, la tortuga un decímetro. Cuando Aquiles se adelanta un decímetro más la tortuga lo hace un centímetro, Aquiles un centímetro y la tortuga un milímetro y así hasta el infinito, de manera que Aquiles nunca podrá coger a la tortuga. Algo que ocurre hoy con los servicios sociales, que avanzan y quieren avanzar más, pero no llegan a solucionar el problema. La solución a este enredo es analizar la realidad. Pues en lo real Aquiles cogería a la tortuga.
La asistencia social ha pasado de ser un medio para ayudar a las personas con dificultades, a ser un fin, de ayudas por un lado y de propaganda institucional por otro. Es la eterna canción de hacer que se hace algo y finalmente no conseguir sus objetivos, realmente. El trabajador social se convierte en inspector de la pobreza y las instituciones responsables en las encargadas de definir quien necesita ayuda y quien no, bajo el pretexto de la prioridad de recursos.
La primera quiebra de este modelo es que hay que ser pobre para acceder a las ayudas sociales. No hay una forma de prevención. Se anula actuar para que los sujetos sociales no lleguen a ser pobres. Y este modelo desembocó en lo que se ha llamado “la trampa de la pobreza”, por la que compensa más ser pobre con ayuda que trabajador en precario. Algo que se está resolviendo en comunidades como Euskadi, Catalunya, Asturias, País Valenciano, con la renta garantizada (mal llamada en algunos lugares renta básica). En estas comunidades se mantiene dicha renta mientras que no se llegue al cómputo anual del salario mínimo a través del empleo, por temporalidad o precariedad, incluso un tope superior si de la ayuda depende una familia con más de cuatro miembros. Pero incluso esto hoy ya es insuficiente insuficiente, si bien necesario. Aquiles avanza, pero no coge a la tortuga.
En ocasiones se condiciona cualquier ayuda económica a realizar trabajos públicos o cursos obligatoriamente, perdiendo su sentido los programas de academias que recogen las subvenciones para tales cursillos de formación, o se obliga a coger empleos de manera temporal en los que se paga la diferencia hasta el salario mínimo desde instancias municipales, de manera que se plantea la ayuda como un chantaje. Supone un ahorro en el gasto laboral y devalúa poco a poco el empleo, de manera que se crea empleo, para resolver estadísticas de propaganda y se incrementa notablemente la precariedad y la temporalidad. Modelo económico y modelo asistencial son dos caras de la misma moneda.
La asistencia social ha cubierto una etapa, desde un punto de vista de financiar la pobreza obligada. La dignificación del trabajo social pasa por cumplir con su función de socialización, de ayudar en la relación del sujeto con la sociedad y viceversa. Falta su labor en colegios, institutos, en barrios, en lugares de trabajo porque ocupan su tiempo en hacer de censores de las limosnas del reino. Y al final es un agujero sin fondo. Por otra parte atiende situaciones de abandono y desamparo que la misma dinámica económica provoca, con desplazamientos de familias que no pueden atender a sus mayores, incluso tampoco a los menores, también por falta de tiempo y medios económicos. Y la sociedad lo atiende, como urgencia, pero cada vez hace falta más y más.
Proponemos desde un planteamiento realista, para que Aquiles pueda coger la tortuga, establecer la Renta Básica, como derecho ciudadano. Consiste en dar una cantidad mensual a cada individuo, medido sobre el umbral de la pobreza. Como media de 421 euros / mes. Incondicional y para todas las personas, trabajen o no. No es a cambio hacer trabajos o cursos obligatorios (que, por cierto suelen ser un engaño y muchas veces, desde los mismos sindicatos y organizaciones empresariales se usan para apropiarse de los fondos europeos para este fin).
Se propone como un derecho, no como una asistencia, pues la necesidad de asistencialismo económico quedaría resuelta. Derecho que económicamente es posible y es necesario, pues supone una adaptación a la nueva economía caracterizada por la globalización, la expansión e influencia de la economía financiera y el desarrollo de las tecnologías aplicadas a todo el modelo productivo, familiar y de consumo.
La Renta Básica implica una reestructuración del modelo económico y social. Pensemos que de poco hubieran servido los antibióticos de no haberse universalizado la higiene en las ciudades, poner grifos en las casas, alcantarillado, barrer las calles. Lo cual supuso una reestructuración del modelo de ciudad. Parece obvio, pues lo mismo ocurre hoy, cuando es necesario aplicar la misma obviedad en el ámbito económico y social. Es un paso más que consolida la sanidad pública universal, la educación obligatoria, el modelo de infraestructuras para todas las poblaciones por alejadas que estén. De no hacerse, la riqueza que genera nuestra sociedad se despilfarra y vacía inútil y perjudicialmente incrementando la agresividad y la violencia, el sufrimiento y las enfermedades psicológicas y para la conservación de nuestro entorno.
Con un derecho base igualitario, como es la Renta Básica, se supera la exclusión por motivos económicos. No se solucionará totalmente, pues hay otros fundamentos que lo provocan, pero sí el principal motivo. Se incrementa la conciencia ciudadana, al tener cubierta la base de una existencia digna. Lo cual va a permitir desarrollar trabajos y acciones de repercusión social acorde a los intereses de las personas y en referencia a la población en general.
Hoy el empleo es un fin, y hace que no se cumpla con el cacareado desarrollo sostenible, pues hay que mantener muchos puestos de trabajo inútiles y que perjudican gravemente la salud y la supervivencia de nuestro entorno. Para lo cual la ley medioambiental, la de riesgos laborales y otras sirven para muy poco. Además el modelo asistencial de la pobreza y del trabajo, llega a una saturación que hoy mismo es foco de conflictos irresolubles: minería, transportistas, pesca, agricultura, además de ajustes por despidos masivos en las grandes empresas. A lo más que se llega es a su aplazamiento.
La Renta Básica permite un nuevo desarrollo que resuelve toda la burocracia asistencial. Entonces el trabajo social podrá avanzar. Véase lo que explica Erich Fromm, en su obra La sociedad sana, sobre el salario asegurado, de manera que se supere el carácter neurótico hacia el trabajo y logra que tenga sentido para resolver necesidades reales, en lugar de crearlas para que funcione la rueda del consumo, sobre la interminable relación de más demanda más empleo. Hoy la distribución de la riqueza no sucede mediante el empleo, por lo que la asistencia social, deja de ser una ayuda transitoria y se hace estructural e ineficaz. Aunque se quiera reducir a un problema de cifras y gráficas estadísticas, en las que se demuestra fehacientemente que Aquiles avanza.
Se piensa que con una Renta Básica en la mano nadie trabajaría, cuando la mayoría que gana actualmente hasta tres veces más de la Renta Básica y más, hace horas extras para consumir más. Valores como la convivencia, la solidaridad, se podrán desarrollar, así como la salud laboral, minimizar las prisas y todo lo que conlleva. Lo cual podrá valorarse en términos económicos, mientras que en la actualidad como no cuenta a la hora de medir el PIB, desaparece de los parámetros socioeconómicos. Hacer un huevo frito en un restaurante o cuidar de un anciano en una residencia colabora en el crecimiento económico y ayuda a disminuir las cifras del paro. Hacerlo en el seno del hogar no. Viajar en coche o quemar un bosque activa la economía. Ir andando, cuidar el entorno rural al vivir en él no. El desamparo permite crear cientos de puestos de trabajadores sociales, la Renta Básica no.
El trabajo es necesario y también que el empleo sea gratificante. Nadie va a dejar de trabajar con 421 euros mensuales para alimentarse, pagar un alquiler, vestirse, cubrir los gastos mínimos y a la vez, como se piensa al oír hablar de la renta básica, ir a hoteles de lujo, a playas del Caribe a tocar la guitarra y cabalgar sobre las olas bajo el sol. Este imaginario del vago de lujo por tener una renta básica es una proyección irreal que propicia la actual sociedad, incapaz de reflexionar sobre sí misma y se deforma la realidad misma, pues apurados en resolver las apariencias de manera inmediata, sucede como dice Mafalda: “lo urgente nos impide ocuparnos de lo importante”.
Los ciudadanos de las barriadas marginales de París empezaron a rebelarse el año 2005 ante la exclusión. Otra vez es el foco de una llamada al cambio que trasformará el mundo, como lo fue la Revolución contra el absolutismo, el Mayo del 68, pero hacen falta medios concretos, conciencia de este cambio de paradigma que necesariamente hay que afrontar, sin esperar a que se haga con los restos de un naufragio social. La revuelta se ha ido extendiendo por todas las naciones como respuesta a la corrupción política, base de la crisis, y ante la falta de futuro de una juventud que carece de lo mínimo para sobrevivir. 
Podemos extender las soluciones o el fuego. Podemos adelantarnos, para construir el modelo de economía social de mercado que se escribe con letras de oro, pero que se disfraza a la hora de su aplicación, pues lo social y la economía no pueden separarse. Pero cuando se hacen cómplices por caminos diferentes y todo queda en la retórica, se construye un espejismo que siempre se acaba rompiendo. Aquiles corre y es aplaudido por su velocidad, pero nunca cogerá a la tortuga. A no ser que pase de la medida numérica, a la realidad. En nuestro caso de la asistencia social a la Renta Básica. Gracias.


martes, 26 de junio de 2012

CLANDESTINO, MI PROGRAMA DE RADIO DEL DÍA 19/06/2012: SALUD DE LAS MUJERES, EL PODER DE DECIDIR (4º PARTE)




El día 28 de mayo, se celebraba el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer. son tres las semanas que llevamos "conmemorando" este día y en el marco de esa celebración, abordamos otros asuntos que están estrechamente relacionados con el bienestar y la salud integral, no sólo de las mujeres, sino de todo el pueblo.

La entrada del día de hoy la ha hecho una canción, todo un himno, conocido por casi todo el mundo, sobre todo por los trabajadores y trabajadoras que están allá en las cuencas mineras españolas: en Asturias, en León, Palencia, Teruel... que no sólo tienen el apoyo incondicional de todos nosotros y nosotras, sino que también lo tienen de otros compañeros mineros ingleses, alemanes, polacos y belgas, que se han trasladado hasta nuestro país para acompañarlos en su huelga, en sus encierros, en su lucha, que se da peleando, la pelea es peleando... Y ellos, los mineros, cuentan con una dilatada tradición de lucha y con el peso histórico de haber sido vanguardia del movimiento obrero.

Todo ello acompañado de excelente música de la que te dejamos aquí los enlaces para que puedas escucharlas al completo.

 



PARA ESCUCHAR EL PROGRAMA DE RADIO, PINCHANDO EN ESTE ENLACE O DIRECTAMENTE EN LA COLUMNA DE LA DERECHA EN EL ivoox DE CLANDESTINO

http://www.ivoox.com/salud-mujeres-poder-decidir-audios-mp3_rf_1295080_1.html 



miércoles, 20 de junio de 2012

MANIFESTOON, EL MANIFIESTO COMUNISTA DE MARX Y DE ENGELS

Esto es el Marxismo en verdad y por ello lucha el Frente de Izquierda Universitario dia a dia desde la Universidad Nacional de Loja en Ecuador - Latinoamerica

 

martes, 12 de junio de 2012

CLANDESTINO, MI PROGRAMA DE RADIO DEL DÍA 12/06/2012: SALUD DE LAS MUJERES, EL PODER DE DECIDIR (3ª PARTE)

El día 28 de mayo, se celebraba el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer. Llevamos dos semanas y con esta tres, "celebrando"este día y en el marco de esa celebración, abordamos otros asuntos que están estrechamente relacionados con el bienestar y la salud integral, no sólo de las mujeres, sino de todo el pueblo.

Hoy hablamos de la PALABRA, con mayúsculas, del uso de la misma y de los eufemismos que se utilizan para no llamar al pan, pan y al vino, vino.
Escucharéis también la tercera parte de una conferencia de la compañera Blanca Cabrerizo, Matrona y miembro del Grupo Coodinador del Proyecto de Humanización de la Atención Perinatal de Andalucía. Ella es colaboradora del Ministerio de Sanidad y Consumo en la Estrategia de Atención al Parto Normal y hoy nos habla de cómo son la mayoría de los partos en la sanidad pública y cómo deberían ser.
¡¡INTERESANTÍSIMA Y MUY AMENA!! ¡¡DE VERAS!!

Todo ello acompañado de excelente música de la que te dejamos aquí los enlaces para que puedas escucharlas al completo







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lunes, 11 de junio de 2012

¿POR QUÉ ES NECESARIO PARAR LA GUERRA EN COLOMBIA?



Red de Iniciativas y Comunidades de Paz desde la Base


Este miércoles 13 de junio en la Plaza de Bolívar de Bogotá, a las 10:30 de la mañana, más de 30 organizaciones de la sociedad civil reclamarán el derecho constitucional que le asiste a todo colombiano de buscar, construir y disfrutar la paz. Nuestra Constitución Nacional en su Artículo 22 así lo declara: “La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”.

El próximo 13 de junio las organizaciones de la red de iniciativas Paz Desde la Base solicitaremos ante la Corte Constitucional la inexequibilidad parcial del artículo 3 de la Ley 1421 a través de una acción pública de inconstitucionalidad. Nuestro objetivo consiste en devolver a la sociedad civil su papel natural de facilitadora de acuerdos humanitarios, para que se puedan salvar vidas humanas y abrir caminos de paz.

La llave de la paz también es nuestra
Día a día en Colombia miles personas deben propiciar acercamientos y diálogos humanitarios con grupos armados, con el objetivo de salvar vidas, recuperar niños y niñas reclutados forzadamente, impedir el uso de minas y armas no convencionales, y defender su autonomía. La Ley 1421 de 2010 impide la realización de estas labores humanitarias, con lo cual, los hombres y mujeres que han participado en ellas podrían ser judicializados. Sin embargo, en un contexto de agudización del conflicto armado, estos diálogos y acercamientos se hacen necesarios y urgentes para mitigar los impactos de la guerra.

Es hora de parar la guerra
  • Porque todo lo que toca, lo destruye. 
  • Porque más de 11.000 niños y niñas están empuñando un fusil.
  • Porque 94.565 mujeres han sido violadas en el marco del conflicto armado.
  • Porque cerca del 10% de la población colombiana ha sido desplazada de su tierra.
  • Porque Colombia gasta más en la guerra que en la salud y en la educación.
  • Porque más de 60.000 personas han desaparecido de manera forzada.
  • Porque a nuestros campesinos y campesinas les han sido despojadas más de 5 millones de hectáreas de tierra.
  • Porque casi 10.000 personas han sido mutiladas por minas antipersonales. 
  • Porque nuestros hijos e hijas merecen un futuro en paz.
  • Porque la guerra no puede ser orgullo nacional. 

Aunque nos hayamos acostumbrado, o creamos que no nos toca directamente, en Colombia la guerra sigue arrancando de sus hogares hijos, hijas, padres, madres, hermanas y hermanos del campo y la ciudad. Más de 450.000 hombres y mujeres pasan sus vidas lejos de su familia, mueren y matan todos los días perpetuando una cadena de odio que no ha dejado más que dolor y desesperanza, sin dar solución a problemas estructurales como la pobreza, la injusticia y la desigualdad social.

Bajo el ruido de las bombas y las balas es imposible escuchar.
Es hora de parar la guerra para hablar de paz.


Página Web: www.pazdesdelabase.org
Twitter: @pazdesdelabase

sábado, 9 de junio de 2012

¿PARA QUÉ SIRVE UN PERIODISTA?


Albert Lladó
La Vanguardia
8 de junio de 2012


En la mayoría de facultades españolas - con maravillosas excepciones -, los periodistas se forman bajo el paradigma sostenido con dos principios supuestamente inquebrantables: la objetividad y la imparcialidad. El experto en análisis de los medios de comunicación, Pascual Serrano, aboga Contra la neutralidad en su nuevo libro, en el que, tras los pasos de grandes profesionales, como Kapuscinski, Walsh, Snow, Reed o Capa, asegura que “el culto a la objetividad provoca que los reporteros que presencian tragedias y sufrimientos cuyos responsables están perfectamente identificados vean que sus crónicas terminan llegando al público descafeinadas”.

Los periodistas, hasta que se demuestre lo contrario, son personas vivas. Sujetos que ven, sienten y reflexionan. Entonces, ¿qué quiere decir ser objetivo? Alguien que enfoca su mirada, que tiene voluntad de estilo, que pregunta más de la cuenta, no es objetivo. Ni cómodo. No es un sofá. Objetivos son, sí, los objetos. Los pantalones usados, las lámparas amarillas, las sillas aerodinámicas. ¿No hemos confundido, pues, los pilares de la profesión con una falacia que nos impide ir más allá de los datos y los números?

La equidistancia y la pluralidad
Serrano mantiene que la imparcialidad de la que algunos alardean es “solo una labor mecánica, algo así como el cumplimiento de órdenes, la obediencia debida del militar”. Pero el consultor, y especialista en política internacional, desnuda otro de los mitos contemporáneos del periodismo: la equidistancia. “No es cierto que la verdad se sitúe a mitad del camino de dos puntos de vista contrapuestos”. Poner ejemplos concretos no es nada difícil: ¿Cuántas personas se manifestaron en la huelga general? ¿La media surgida del número ofrecido por las fuentes oficiales y del que dieron los sindicatos? ¿O una cifra independiente? Si vamos a casos más extremos, la idea de equidistancia cae por sí sola. ¿La verdad de lo que ocurre en Siria se puede formar a partir de lo que dice las dos partes enfrentadas? Si una víctima denuncia que han bombardeado a toda su familia y el Gobierno asegura que han sido terroristas, ¿ser neutral y equidistante sería afirmar qué exactamente?

Con esa “curiosa idea de que, si incluyes una cita de cada bando, ya has cumplido el objetivo” se banaliza el ejercicio periodístico y, según Pascual Serrano, quizás se ignora que alguien está intentando “justificar un crimen”. Para el autor, “el problema es que estamos creando un profesional que ya no sabe incorporar principios y valores éticos y culturales a su trabajo”. Su vocabulario, añade, “se limita a la exposición de hechos y no incluye la elaboración de reflexiones o análisis”.

Es importante dejar claro que este ensayo apuesta por un modelo de periodismo que sea plural - que pregunte a todas las partes aunque no crea a todos por igual -, que sea riguroso - que no justifique manipulaciones por coincidir ideológicamente - y, sobre todo, que sea honesto. O sea, que no mienta, que su compromiso sea sincero y auténtico. Un buen periodista, si no es un mueble, se puede equivocar, pero no traicionar a su lector, ni mucho menos a sí mismo.

El periodista comprometido
Ryszard Kapuscinski, en esta línea, señala que un corresponsal no puede creer en la objetividad de la información “cuando el único informe posible resulta personal y provisional”. No es neutral, ni quiere serlo, porque ha adoptado una actitud, una intencionalidad: el compromiso frente a las injusticias. El periodista, esté cubriendo una guerra o esté en su mesa explicando un desahucio, tiene una responsabilidad social. Hablar de lo que no se habla, “subrayar lo que se margina”.

Kapuscinski cree que el profesional debe intentar “provocar algún tipo de cambio”. “Sin utilizar el odio o estimular la venganza”, argumenta el polaco, el periodista debe utilizar su bagaje para enriquecer el texto, y es que el que escribe no es simplemente un espectador frío, un contendor de sucesos, un altavoz de declaraciones, un técnico que empaqueta la información: “es importante que no te contagies de esa enfermedad terrible que es la indiferencia”.

John Reed, quien explicó la Rusia revolucionaria en Díez días que estremecieron al mundo, tampoco fue neutral ni objetivo. Sin embargo, Serrano asevera que “su rigurosidad le impide creer precipitadamente algunas versiones” de fuentes que entiende como afines. Reed, que suele utilizar la primera persona, demuestra que la pasión no está reñida con escribir con precisión y profundidad.

Rodolfo Walsh, célebre autor de Operación Masacre, es otro de los periodistas escogidos en este libro. Walsh, quien denunció el fusilamiento clandestino de un grupo de ciudadanos argentinos en 1956, afirmaba que las dos cualidades esenciales del buen profesional son la “exactitud y rapidez”. Permanece desaparecido desde el 25 de marzo de 1977, y se ha convertido en todo un icono de la libertad de expresión.

Edgar Snow, por su parte, que fue el hombre que “descubrió” Asia a Occidente, recurre “desde Aristóteles hasta Mark Twain para explicar China y sus acontecimientos”, y su inteligencia le sirvió para conseguir grandes exclusivas, como la entrevista que realizó a Mao y al resto de líderes comunistas. Serrano nos dice que “a pesar de su simpatía y su defensa de la revolución china, no dudó en expresar inquietud”, y criticó el culto a la personalidad de Tse-tung.

Por último, encontramos en Contra la neutralidad el caso de Robert Capa, un referente del fotoperiodismo que aseguraba que “ante una guerra hay que tomar partido, sin lo cual no se soporta lo que ahí ocurre”. Pese al incalculable valor de su obra, los que le conocieron atestiguan que era modesto y que se planteaba, como el resto, la utilidad ética de su trabajo, sobre todo tras el decepcionante colapso del idealismo en España.

La intencionalidad y la información
Pascual Serrano sabe que el ciudadano huye del artículo de opinión disfrazado de noticia, y “desconfía de cualquier argumentación que no incluya información, datos, testimonios fiables”. Por ello, mantiene que el reportaje se ha convertido en el soporte más adecuado para el periodista que no quiere caer en la nota de prensa o el teletipo de agencia. El también autor de Traficantes de información (2010) insiste en que “la intencionalidad es lícita y efectiva si está dominada por la credibilidad y no por el mero mensaje ideológico”.
El libro de Serrano concluye con un interrogante, el periodismo que viene. Según el autor, en los últimos años hemos asistido a una “obsesión por el sensacionalismo” y, en el mejor de los casos, los profesionales se limitan a responder telegráficamente las cinco W inglesas (qué, quién, dónde, cuándo, cómo y por qué). Sea para la red o para el papel, sea en un texto breve o en una extensa crónica, si obviamos los antecedentes, el contexto y el nervio, estaremos produciendo un depósito de información. Los periódicos serán un cementerio de documentos sin interpretar que, por lo tanto, renuncian al conocimiento. Para escribir, apunta Serrano, hace falta valor, y “para tener valor hace falta tener valores”. Las máquinas, las que copian y pegan inventarios estériles, aún no lo tienen.

martes, 5 de junio de 2012

CLANDESTINO, MI PROGRAMA DE RADIO DEL DÍA 05/06/2012: SALUD DE LAS MUJERES, EL PODER DE DECIDIR (2ª PARTE)



El día 28 de mayo, se celebraba el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer.  Ya contamos la semana pasada que la celebración de este día tuvo su origen el 28 de mayo de 1987 en el V Encuentro Internacional de Salud de la Mujer, con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano de las mujeres al que debemos acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo a través de todo nuestro ciclo de vida, y es que los derechos del cuerpo, de la sexualidad y la reproducción son derechos humanos universales, en realidad tiene una directa relación con la vida cotidiana de nosotras las mujeres, con el goce de una sexualidad libre y sin riesgos, con nuestra posibilidad de elegir ser madres o no, con el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva con calidad de la atención, con la garantía de vivir libres de toda forma de violencia y coerción, con el respeto y cuidado de nuestros cuerpos.

Escucharéis también la segunda parte de una conferencia de la compañera Blanca Cabrerizo, Matrona y miembro del Grupo Coodinador del Proyecto de Humanización de la Atención Perinatal de Andalucía. Ella es colaboradora del Ministerio de Sanidad y Consumo en la Estrategia de Atención al Parto Normal. 
¡¡INTERESANTÍSIMA Y MUY AMENA!! ¡¡DE VERAS!!

Todo ello acompañado de excelente música de la que te dejamos aquí los enlaces para que puedas escucharlas al completo

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CARTA ABIERTA A LOS MINEROS DE UN PROFESOR-OBRERO





Por Julián Jiménez
Lunes, 4 de junio de 2012


Soy profesor. O mejor dicho trabajador de la enseñanza pública, porque siempre he tenido claro a que clase pertenezco y a cual no. Alguien que se va a la calle como 8.000 personas más en el País Valenciano. Alguien que sabe que su carta de despido está escrita desde enero.
Estimado compañero. 
Lo primero que quiero hacer es presentarme. Me parece la mayor muestra de deferencia por mi parte hacia ti, que lees esto. Ruego que me permitas tutearte. Vivo a cientos de kilómetros de las cuencas mineras donde plantáis batalla por vuestros puestos de trabajo y vuestra dignidad. Concretamente en Alicante, en la tierra donde los casos de corrupción, para desgracia de las personas decentes que vivimos aquí, están a la orden del día y nos han hundido en la miseria más absoluta.
Soy profesor. O mejor dicho trabajador de la enseñanza pública, porque siempre he tenido claro a que clase pertenezco y a cual no. Alguien que se va a la calle como 8.000 personas más en el País Valenciano. Alguien que sabe que su carta de despido está escrita desde enero. Alguien que ha dado toda la energía que tenía y que no tenía en tratar de mover a un sector donde el conformismo, la falta de conciencia de clase, el aburguesamiento, la falta de empuje, tras años de desmovilización, nos ha llevado a donde nos lleva a muchos: al matadero del paro, a no volver a trabajar en nuestra profesión posiblemente.
En 30 días dejaré mi puesto de trabajo para no volver más. Puesto de trabajo que me encantaría defender con uñas y dientes, con arrojo minero, pero donde soy consciente que solo somos cuatro gatos los que estaríamos dispuestos a imitaros. He llegado a llorar amargamente, como un débil, como un derrotado, de rabia e impotencia, ante el triste panorama que se vislumbra. Ante la desdicha de comprobar cómo las protestas que realizábamos nosotros tenían un tinte festivo y creativo que no ha servido para nada. El 30 de junio nos vamos a la calle. Como se dispuso en enero. Como si no hubiéramos realizado 11 manifestaciones, tres encierros, miles de horas de concienciación, cuatro días de huelga…. Como si siguiese siendo enero, ese enero en el que nosotros pasamos a pagar el pato de lo que otros habían robado, mangado y saqueado en nuestra tierra valenciana.
De todas formas, me repongo con facilidad. No me rindo. Lucho por concienciar en mi trabajo, aunque a veces me decepcione ver que choco contra mil paredes. Contra un colectivo donde muchos de sus miembros, teniendo un sueldo más modesto que tú, se creen de una clase media a la que jamás han pertenecido. La clase media no se va al paro. Eso lo sabéis muy bien en la mina. Eso lo sabéis muy bien en Mieres, en Pola, en Cangas, en Astorga, en Ribadesella. También en León y en el Bierzo, como en Teruel y Aragón. Mi tarea de concienciación es dura e ingrata: soy despreciado, insultado, menospreciado, tachado de radical y de “antiguo”. Lo moderno es hacer una manifestación con folclore. Cualquiera con dos dedos de frente ve para que ha servido esas manifestaciones que la prensa del poder aplaude.
A casi treinta días de irme a la calle, tú tienes la culpa de haber cargado de energía a este trabajador de la enseñanza. “¡Que exagerado!, dirás. No creas que exagero, compañero minero. Compañero si, compañero, porque tengo claro que tú y yo pertenecemos a la misma clase. Que yo no soy “clase media”. Soy como tú. Recibo un salario por mi trabajo, si trabajo comeré este mes y el que viene, si me echan igual no tengo para poder comer… Nos parecemos mucho, aunque a veces algunos piensen que no. 
Y es que habéis conseguido despertar mi aprecio y mi admiración. No exageraría si os dijera que también mi más profunda veneración. Esta vez se me han saltado también las lágrimas, pero de orgullo. De admiración. He seguido muy de cerca, a través de las redes, todas las movilizaciones. Todas vuestras protestas. Viendo el coraje y el arrojo al defender vuestros puestos de trabajo, que es lo que deberíamos hacer todos y todas en este país.
La valentía de mirar por vuestras condiciones de vida y la de los vuestros, en lugar de tener complejos de “que dirá la tele o que dirá la prensa”. Os han silenciado y machacado, criminalizando vuestras reivindicaciones. Pero eso os ha dado igual, porque la prensa del poder no os da de comer. Vosotros tenéis claro que coméis del puesto de trabajo y eso os lleva a defenderlo como toca y a luchar como toca. Nunca los acomplejados han conseguido nada, a la vista está en los libros de Historia que yo enseño a mis chavales.
Sois verdaderamente admirables. Habéis declarado la huelga indefinida, sin plantearos si perdíais un día el salario, como muchos hacían en mi centro de trabajo, repitiendo como papagayos que “una huelga no servía para nada”. Pero una huelga no para montar una tamborada o una marcha de la música, sino para deleitar con música de lucha a los que apaleaban a los estudiantes del IES Lluis Vives. A esos que, ante vosotros, se postran a vuestros pies porque os temen. A esos sucios mercenarios del Estado que se ensañaban con los estudiantes pero que estaban acojonados y nerviosos ante vuestra firmeza y empuje. A esos que temblaban al oir vuestros decididos pasos sobre las autovías del norte y del centro.
Ayer en Madrid disteis una nueva lección de dignidad. De dignidad de clase y de dignidad como personas. Cuando os hicisteis notar en la capital del Estado. Cuando Madrid entera y el estado supo que vuestros pies caminaban sobre la capital. Recuerdo vuestros lemas, recuerdo lo que “no estamos indignados, estamos hasta los cojones”. Se me ha quedado grabado cuando recriminabais a la Policía por dejar a su compañero Policía herido desprotegido. A pesar de que son nuestros rivales, deportividad. La que ellos no tuvieron, como las ratas que son, cuando fueron a traición a detener a un manifestante cuando estaba cerca del autobús, entre nueve, sonriendo de forma repugnante y haciendo comentarios despectivos ante “la caza que habían organizado”. El que es persona, actúa como tal; el que es un miserable mercenario, también. Y todos pudimos verlo.
Sólo me queda darte, aunque no lo necesites, mis ánimos y mandarte desde Alicante un caluroso abrazo, deseando que consigáis para vosotros y vuestras familias todo aquello que reivindiquéis. Porque sois ejemplo. Sois la vanguardia y el ejemplo a seguir en todas aquellas movilizaciones que existan. Aunque los acomplejados y los alienados ladren y os insulten. Sois el ejemplo de cientos de miles de trabajadores.
Yo trabajo en un sector en el que hay gente con vuestra misma voluntad, pero somos pocos, de momento. Por ello, este profesor, hoy, es un alumno con ganas de aprender de ti, de tu forma de luchar, de tu grado de concienciación. Porque en este caso los profesores de la lucha sois vosotros. Y nos habéis dado a todos, a todos los trabajadores y las trabajadoras, una lección muy importante. La lección de cómo se defiende lo propio, de solidaridad, de firmeza astur-leonesa, de valentía dinamitera, de coraje obrero.
Simplemente, para acabar, agradecerte que hayas leído esta misiva y la hagas llegar a todos esos “profesores de la lucha” de la minería. Aquí, un alumno profesor que os admira y os respeta.
Un saludo cordial de un compañero, trabajador de la Enseñanza Pública.
Julián Jiménez

sábado, 2 de junio de 2012

¿TRABAJO SOCIAL CRÍTICO Y REFLEXIVO VERSUS TRABAJO SOCIAL ASISTENCIAL Y DE CONTENCIÓN DE LA POBLACIÓN?




    El campo de intervención de los trabajadores sociales desde los inicios de la profesión ha estado relacionado con la denominada “cuestión social”, construyendo buena parte de su especificidad en la intermediación entre recursos y necesidades y representando en muchas ocasiones la figura del “ordenador social”; ejerciendo el control social a través de sus intervenciones profesionales, funcionales a un sistema que se las fue asignando para sostener el status-quo de quienes detentan el poder político y económico.

    Cuando la “globalización”, que tiene un fuerte impacto sobre los Estados-Nación, imprime una nueva lógica económica y social el Estado presenta un nuevo rol que es el marco desde donde surgen y se sustentan los nuevos estilos de control social.

    Esto genera una crisis que trae consigo una fragmentación en todos los órdenes provocando el desarrollo de un nuevo modelo sustentado en la ruptura del Estado Social que hasta entonces se hallaba basado en el trabajo como eje central resultando estructurador de inclusión y conformando una red de protección social.

    La “inclusión” ya no está marcada por la identidad que otorga ser un “trabajador” sino por la que otorga ser un “consumidor”.

    Quien no está dentro de esta nueva lógica no se halla incluido en el sistema y no sólo se transforma en un “excluido” sino que deja también de ser ciudadano, y por ende deja de tener derechos.

    Surgen como solución a esta crisis las políticas focalizadas. Cada sujeto deberá, entonces, adecuarse  a las exigencias del sistema para poder al menos estar incluido en el reparto de los pocos recursos, hecho que lo transformará en un mero receptor de lo que el Estado u otras instituciones le quieren dar.

    Estas políticas focalizadas, basadas en la asistencia selectiva y la fragmentación social, intentan cubrir lo que desnuda la exclusión, lo que atentaría contra la nueva relación capital-trabajo. Su finalidad es tapar lo que no debe ser visto y por ende esconden subyacente en ellas un control social, Las políticas sociales pierden de este modo su carácter universal e integrador.

    En este marco quien aparece como ejecutor de estas políticas focalizadas y selector de los destinatarios de los recursos (población meta) es el Trabajador social quien, conciente o inconscientemente, se mimetiza con el sistema viéndose imposibilitado entonces de tener una mirada reflexiva y critica sobre la realidad social, el mandato de las instituciones y sus propias intervenciones.
    En esta crisis social, crisis de las instituciones, de representatividad, etc., el Trabajo Social es la profesión elegida para vehiculizar el control social confirmando su rol de “controlador”, de “seleccionador” y de intermediario entre recursos y necesidades.

    Cabe aquí, entonces, preguntarnos ¿es esta la función que creemos le compete hoy al Trabajador Social? ¿o creemos que debemos modificar esta función de control adoptando la de promover ciudadanía?

    Si la respuesta a esta ultima pregunta es afirmativa (y creería que así lo será) nuestra obligación es la de romper el mandato histórico de la profesión y construir un mandato nuevo, que guíe nuestro accionar y el de los futuros colegas..

    Los trabajadores sociales debemos resistir al papel de controladores y planificadores de la asignación de recursos o intermediarios entre bienes escasos y necesidades insatisfechas, intervenciones que confirman la miseria y la exclusión desde la condición de excluidos de los sujetos.

    Las respuestas de la profesión deben ser actuales y adaptadas a la nueva coyuntura lo que implica que deben transformarse. Existen distintos obstáculos para ello, pudiendo citar, además de los condicionantes externos e internos a la profesión, como muy importante el no posicionamiento político de los trabajadores sociales.

    Surge aquí una frase de Eduardo Galeano que creo grafica lo que quiero expresar: “la objetividad la inventaron los que no quieren comprometerse con el dolor humano”.

    No resulta fácil plantear y pensar en la necesidad de un posicionamiento ético-político de la profesión en la coyuntura actual. Todos los trabajadores sociales afirmamos que la relación entre Trabajo Social y política existe pero no sabemos a ciencia cierta cómo desempeñar la competencia política en la profesión y aquí, más allá de nuestros errores y aciertos en este tema, debemos también atribuir parte de la responsabilidad de ello a la formación académica que se brinda en los centros de estudios.
    Existe una relación histórica entre Trabajo Social y política que es ratificada en más de un escrito por Ander Egg, Malacalza, Netto. La profesión posee una dimensión y competencia política, requiere de un compromiso político del TS a partir del enfoque de los derechos humanos (equidad, justicia, etc.).
    La profesión cumple un papel político y el Trabajador social ejerce un rol político; sus acciones se basan en ese rol que se legitima en un marco ético-político. Cada TS ejerce su profesión adoptando diferentes modalidades de intervención de acuerdo a su posicionamiento político-ideológico. El ejercicio de este rol político (que llevamos adelante todos los TS) se legitima  a través de un posicionamiento ético-político, de la participación activa, del compromiso social. Sin ello la práctica social está vaciada de contenido lo que influye negativamente en los sectores con los que se trabaja. Debemos dejar de describir lo social para comenzar a interpretarlo. Ander Egg expresa que de lo contrario la “práctica  es incolora, inodora e insípida”.

    Debemos promover otras miradas profesionalesen nosotros y los otros. Articular nuevas relaciones sociales y espacios de construcción social.

    El ejercicio de la práctica debe apuntar a la construcción de ciudadanía, ser agente de cambio en los niveles micro y macro, tender a la igualdad de posibilidades, equidad social y promoción del ser humano.

    Es fundamental comenzar a ejercer una actitud crítica y de interpelación sobre las representaciones sociales dominantes, también revisar nuestras propias representaciones en el ejercicio de la profesión. Utilizar el poder que otorga la comunicación cotidiana y nuestro contacto cara a cara con cada persona para trabajar en cada intervención sobre el empoderamiento de los sujetos. Utilizar el poder -en tanto actores ético-políticos- para el cambio desde los mismos sujetos y desde nosotros.

    Es nuestro deber como profesionales recuperar a los sujetos con los que interactuamos en la práctica social desde otro espacio, reinstalar acciones de participación y protagonismo, apuntar a la recuperación de los lazos sociales y en este camino debemos valorar los movimientos sociales porque apuntan a generar nueva concepción del poder, con contenidos más cotidianos, culturales y locales. Tomar la cultura –expresión del pueblo que construye su vida cotidiana- como eje conceptual, lo que implica renovar viejos conceptos de la intervención profesional.

    Una resignificación de los hechos sociales desde la percepción comunitaria, una nueva visión de la práctica profesional como atravesada por las prácticas populares. Desde esta perspectiva la práctica interdisciplinaria incluye incorporar actores surgidos de estas prácticas populares.

    El objeto de nuestra acción no son tanto las necesidades sociales sino fortalecer los sectores populares para “empoderarlos” (ej. Organizaciones sociales solidarias: jardines maternales, comedores, madres cuidadoras, etc).

    Afirma Carlos Eroles que el trabajo social es la IN – DISCIPLINA de las ciencias sociales, y cuenta para ello con tres (3) dimensiones:
               .- búsqueda (inter)disciplinaria de nuevos escenarios sociales (familiares, comunitarios, culturales, etc.)
                 .-(inter)acción de actores en la búsqueda de nuevos modos de articular las relaciones sociales desde la solidaridad y la identidad, desde los derechos humanos.
                 .-Reflexión crítica de la práctica social concreta, planteando la necesidad de contribuir al desarrollo del “otro poder”, el de “los sin poder”.

    Debemos adoptar un postura ética otorgando contenido a nuestras intervenciones a partir de reconocer las causas por las que cierto segmento de la población se halla en condiciones de necesidad y asistencia. Instalar el sentido político de la profesión y de nuestra intervención a partir de instalar el tema de los derechos humanos y del acceso a ellos. Derechos de todas las personas entre las cuales también estamos nosotros como ciudadanos y como profesionales.

    La dignidad del trabajador social en el marco de las ciencias sociales, es la praxis, es la intervención a partir de la reflexión crítica, praxis con una direccionalidad política que apunta a la transformación social. El eje de esa praxis deben ser los derechos humanos.

    Para finalizar una reflexión de Gustavo Parra “los profesionales del TS tenemos el compromiso y la responsabilidad de construir nuestra práctica profesional sustentada en un análisis critico de la realidad social en la cual intervenimos, en la comprensión de la vida cotidiana de los sectores populares y promoviendo la participación activa de estos sectores, en el compromiso ético-político de nuestra práctica y en el desafío de construir una sociedad democrática. Contribuyendo desde nuestra intervención a la consolidación de una ciudadanía activa, a través de estrategias de acción viables asentadas en los valores fundamentales del ser humano como sujeto histórico, social y político”.

viernes, 1 de junio de 2012

COMUNICADO DE LAS FARC ACERCA DE LA ENTREGA DE ROMEO LANGLOIS




Comunicado de las FARC-EP 
Escrito por Secretariado del EMC de las FARC-EP

Miércoles, 30 de Mayo de 2012 16:52 – En una campaña de  devastación que pretendió eliminarnos en sólo un año y que ya cuenta con más de una década sin poder borrarnos del mapa, nuestra historia es la historia de los múltiples esfuerzos del pueblo colombiano por lograr una paz definitiva y verdadera.Desde la cartas de los campesinos de Marquetalia hasta nuestra actual política de paz, pasando por la unión patriótica y por los diversos escenarios del diálogo hemos siempre sido abanderados de la solución política, de la paz, dignidad y justicia social.
  
Los verdaderamente sordos y tercos ante nuestras propuestas han sido los dueños del poder político y económico del país que le tienen miedo al poder popular y al cambio social.

Los tiempos que corren son propios de cambios profundos no sólo en nuestra América, sino en el mundo entero.

Los pueblos se levantan decididos a luchar por alternativas al capitalismo cada vez más decadente, más injusto y más explotador. En Colombia el pueblo está harto de los gobiernos oligárquicos, represivos y corruptos que no los representan y que se niegan a responder y atender sus reivindicaciones, iniciativas unitarias de lucha recorren todos los rincones de la patria tejiendo resistencias que saludamos festivos sabiendo que el camino que debemos recorrer todos es el mismo, el camino de la unidad de popular.

Los últimos acontecimientos nos demuestran que hay un fervor masivo por las necesidades de alcanzar la paz con dignidad y con justicia social.

Organizaciones cívicas, campesinas, sindicales, estudiantiles, gremiales y de todo tipo están enmarcadas en una tarea de mostrar que alcanzar la paz democrática es la premisa de cualquier cambio social de verdadera profundidad en este país.

Sabemos que el futuro de Colombia está en lo que decida su pueblo, soberanamente y en la convicción de los destinos de la patria. Tenemos que poner todos nuestros esfuerzos en ello, por eso este nuevo aniversario nos obliga en momentos clave para el futuro de nuestra nación. Sabremos estar a la altura de las circunstancias como combatientes y como compatriotas. Con el ejemplo y el legado de Manuel, Jacobo, Jorge, Alfonso, Raúl, Iván y todos nuestros mártires seguiremos a la victoria final con la paz como bandera y el bienestar de nuestro pueblo como horizonte.

Vivan las FARC, viva el pueblo colombiano contra el imperialismo con la patria, contra la oligarquía para el pueblo.

Secretariado del Estado Mayor Central
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
Ejército del Pueblo
Montañas de Colombia
Mayo 27 de 2012