En el día de hoy, la
presidenta de la Junta de Andalucía ha disuelto el parlamento y convocado
elecciones autonómicas para el próximo 22 de marzo. Ante esta decisión, la
Coordinadora del colectivo sociopolítico y cultural Asamblea de Andalucía
considera necesario hacer público lo siguiente:
1. Una vez más, Andalucía está
siendo descaradamente utilizada por los intereses partidistas del PSOE, que
hasta ahora ha venido gobernando ininterrumpidamente las instituciones
andaluzas, desde hace casi cuarenta años,
estableciendo un verdadero régimen político, basado en el clientelismo,
la corrupción y el servilismo respecto a los intereses de la banca y las
grandes empresas multinacionales, que ha mantenido a nuestro pueblo en la
dependencia económica, la subalternidad política y la alienación cultural.
2. La supuesta inestabilidad
existente en el gobierno autonómico no es otra cosa que una burda excusa para
que Doña Susana Díaz sitúe las elecciones andaluzas antes de dos anunciadas
catástrofes electorales del PSOE: las elecciones municipales y las elecciones
generales. Con esta huida hacia adelante se quiere utilizar a Andalucía como
amortiguador de la caída de un partido que ha perdido la mayor parte de los
apoyos que había tenido hasta ahora. Es en Andalucía donde, comparativamente,
el descenso de votos del que sigue haciéndose llamar partido socialista parece
que va a ser menor y por ello se adelantan un año las elecciones andaluzas ante
la perspectiva de que, si se celebraran en su momento, serían el tercer
desastre electoral. Más allá de las ambiciones políticas o las circunstancias
personales de quien ocupa hoy la presidencia de la Junta, son los intereses de
partido los que llevan, una vez más, a utilizar a Andalucía de forma contraria
a los intereses de los andaluces y andaluzas.
3. Esta ruptura unilateral por
el PSOE del pacto de gobierno con IU que le permitió mantenerse en el gobierno
aun habiendo perdido las anteriores elecciones, demuestra claramente que este
pacto jamás debió haber sido suscrito por esta formación. Las repetidas
declaraciones de los líderes de IU de que era un pacto de izquierdas para hacer
“otra política” diferente a la del PP, sin recortes y en beneficio de las
clases populares, se han visto desautorizadas en la realidad diaria. Ni tan
siquiera pueden poner ahora en su haber, al cerrarse la legislatura un año
antes de lo que correspondía, la aprobación de las leyes supuestamente
progresistas contenidas en el pacto de gobierno porque el PSOE ha cerrado la
posibilidad de aprobarlas. IU se ha dejado utilizar por el PSOE como un klínex
que es necesario utilizar en un momento determinado pero que se tira luego sin
problemas a la basura cuando ya ha cumplido su función. Su papel de apoyo
incondicional al partido “socialista”, a cambio de una muy reducida influencia
y cien cargos, no podía tener sino este pago final, muy fácil de prever.
4. Llamamos a las andaluzas y
andaluces a no dejarse seducir por quienes van a intentar ahora defender sus
intereses de partido y personales escudándose en la bandera y el nombre de
Andalucía. A pesar de sus palabras y gestos populistas, nuestra tierra sólo les
interesa para practicar en ella un “extractivismo de votos” que les dé
rentabilidad electoral. Ni reconocen a nuestra patria andaluza como
nacionalidad, ni defienden los intereses de nuestro pueblo, ni tienen voluntad
alguna de promover las transformaciones en el modelo de Estado que son
necesarias para que Andalucía se dote de los instrumentos para dejar de
ostentar el vergonzoso liderazgo en desempleo, emigración, desigualdad y
déficit educativo y sanitario y pueda iniciar el camino de su reafirmación como
pueblo.
5. Llamamos a fortalecer los
movimientos sociales en defensa de los intereses de las clases populares
andaluzas y a no aceptar que actuar en política se reduzca a estar presente en
las instituciones o participar en elecciones. Sólo con un compromiso permanente
y un trabajo colectivo desde una lógica que no tenga como objetivo la
consecución de ganancias ni el beneficio personal sino la lucha contra las
desigualdades será posible el necesario avance hacia la soberanía política, la
soberanía alimentaria, la renta básica universal, formas de relación y decisión
democráticas en lo político, lo económico y lo cultural y servicios adecuados a
las necesidades de las personas y los colectivos sociales. La emancipación del
pueblo andaluz y su liberación de la dependencia y la subalternidad que hoy sufre
consiste precisamente en el proceso hacia estos objetivos. Y el primer paso
para ello es la denuncia de las manipulaciones que sigue sufriendo Andalucía en
beneficio de intereses que no son los suyos y la no colaboración con los
manipuladores.
¡VIVA ANDALUCÍA LIBRE!
26 de Enero de 2015
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