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miércoles, 20 de mayo de 2020

MEMORIA, OLVIDO Y TERGIVERSACIÓN


Isabel Galeote Marhuenda

Un 19 de mayo de 1979, quedó legalizada la Masonería, otra vez, en España. Este hecho es importante traerlo a colación y recordarlo porque esos vientos huracanados de intransigencia, intolerancia y odio que recorren, de nuevo, la vieja Europa, no es baladí. Esta mala galerna hay que tomársela en serio y no mirarla desde una posición lejana y distante, como si la cosa no fuera con nosotras y nosotros. Mucho menos con una postura mística desde la cúspide de un palco o, incluso, el pináculo de un púlpito.

El premio Nobel de Literatura José Saramago defendió en una de sus conferencias magistrales, en el marco de la jornada sobre la recuperación de la memoria histórica “De la sombra a la luz” desarrollada en Jaén en octubre de 2005, la necesidad de "recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica" porque de lo contrario "se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia". En la misma conferencia también afirmó que “no tener memoria es olvidarnos de nosotros mismos". Y de olvido, indiferencia o incluso tergiversaciones históricas, va la cosa.

Una frase muy conocida y que desde mi punto de vista tiene mucho de sentido común y de razón, es la que pronunciara el escritor George Orwell, autor del magnífico libro 1984: “La historia la escriben los vencedores”. Y siempre ha sido así, aunque bien es cierto que el paso del tiempo también da voz a los vencidos y, afortunadamente, eso es lo que se pretende desde los grupos memorialistas con su trabajo. Solo se trata de poner las cosas en su sitio. Los vencidos, las vencidas, también están/estamos poniendo las cosas en su sitio. Y para poner las cosas en el lugar que corresponde, hay que recurrir a la Historia -con mayúsculas-, esa disciplina de las Ciencias Sociales especializada en el pasado y que tiene por norte la investigación, estudio, análisis, interpretación y DOCUMENTACIÓN de los diferentes hechos acaecidos en el relato y cronología. El método de investigación es importante tenerlo en cuenta porque depende de los registros sobre hechos históricos que se puedan encontrar. La excelencia en un buen trabajo histórico, más allá de las conclusiones finales, radica en la búsqueda de evidencias sólidas y fuentes confiables, porque aun sabiendo que ciertas dosis de subjetividad son inevitables, estas han de ser tan imperceptibles que no influyan en la inclinación de la balanza. La romana ha de estar volcada completamente sobre la parte de la objetividad.


La historiografía oficial dice que el gobierno de Adolfo Suárez legalizó en 1979 la Masonería, prohibida en España durante 40 años por la dictadura franquista. 

Las Masonas y los Masones también sufrieron persecución, asesinato y represión durante la dictadura fascista. De hecho, en su exposición de motivos, la Ley 2/2017, de 28 de marzo, de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, aún se puede leer -digo aún porque el gobierno de coalición del PP con Cs recibió el apoyo de Vox a cambio, entre otras cosas, de eliminar dicha Ley-, “En este sentido, el Parlamento de Andalucía, mediante la Proposición no de ley relativa a la conmemoración del 125 aniversario del nacimiento de Blas Infante, acordó «estudiar las vías y posibilidades jurídicas y políticas que permitan materialmente el reconocimiento y restitución de la dignidad y el honor del Padre de la Patria Andaluza, vulnerados por la sentencia de 4 de mayo de 1940, dictada por el Tribunal de Responsabilidades Políticas cuatro años después de su asesinato». Reconocimiento y restitución que esta ley reclama para todos los andaluces que sufrieron la ilegitimidad de los Consejos de Guerra, Tribunales de Responsabilidades Políticas, Tribunal Especial de represión de la Masonería y el Comunismo y Tribunal de Orden Público (TOP).” También, en su Disposición adicional cuarta dice “Reconocimiento y restitución personal como consecuencia de la ilegitimidad de los tribunales y otros órganos. El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía instará al Gobierno del Estado a la adopción de medidas de todo orden que procedan para hacer efectiva la reparación y reconocimiento personal a quienes padecieron condenas o sanciones de carácter personal por tribunales, jurados y cualesquiera otros órganos penales o administrativos, civiles o militares, como las sentencias de los Consejos de Guerra, Tribunales de Responsabilidades Políticas, Tribunal Especial de represión de la Masonería y el Comunismo o del Tribunal del Orden Público (TOP), por causa de la lucha en defensa de los derechos y libertades del pueblo andaluz, durante la Dictadura franquista o la Transición hasta la entrada en vigor de la Constitución Española de 1978, que permitan satisfacer los derechos enumerados en el artículo 3 de esta ley.”

Pues bien, apelando a la necesidad, como derecho humano, de recuperar la memoria histórica y haciendo honor al derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación, no es de recibo, como tampoco es objetivamente cierto decir que “el gobierno de Adolfo Suárez legalizó, en 1979, la Masonería”. Porque sí, fue legalizada en esa fecha siendo presidente del gobierno el Sr. Suárez, pero él -su ejecutivo- lo hizo en estricto cumplimiento de una sentencia de la Sala de los Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, ya que inicialmente la Dirección General de Política Interior del Ministerio del Interior de su gabinete, NEGÓ EL DERECHO DE INSCRIPCIÓN EN EL REGISTRO DE ASOCIACIONES al Gran Oriente Español, quien se vio obligado a acudir a los tribunales para reclamar su derecho a constituirse legalmente en el Estado español.


En este caso no se dieron las circunstancias que ocurrieron con la legalización del Partido Comunista de España o los sindicatos.


Enlace al Artículo del periódico impreso “El País” publicado el 20/05/1979 y que hace mención a lo expuesto: https://cutt.ly/VyY8z4N

sábado, 16 de mayo de 2020

DIGNIDAD Y EJEMPLO COMUNISTA


¡Anguita, presente, ahora y siempre!
Tal día como hoy, hace dos meses, recibía la peor noticia que puede recibir una hija: mi madre, “Paca la comunista” dejaba este mundo. Y rememorándola, re-cordándola, que es volverla a pasar por el corazón, sufro otro revés, me llega otra tristísima noticia, otro golpe certero y directo al corazón. Nos acaba de dejar Julio Anguita. Nos dejan huérfanas y huérfanos de referentes en lo político y en lo humano.

Muy pocos políticos han dignificado este oficio como lo ha hecho Julio. Por todo ello, por sus enseñanzas y por su legado, muchísimas gracias,

Un abrazo sincero a familiares, amigos y amigas, compañeros y compañeras de "Convocatoria por Andalucía" y, por supuesto, a las y los camaradas comunistas y a las y los de las base del PCE, del Partido Comunista de España.

Mi mejor homenaje para ambos, para mi madre y para él: seguir luchando en y con dignidad por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad; por los Derechos Humanos y contra las injusticias de este mundo.

¡Hasta siempre, que la tierra os sea leve!

Isabel Galeote Marhuenda

miércoles, 13 de mayo de 2020

COMBATIENDO AL FASCISMO CON LA PALABRA Y LAS ARMAS DE LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA


Isabel Galeote Marhuenda
13 de mayo de 2019


“El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando”
(Miguel de Unamuno)



El fascismo siempre ha resultado ser antinatural y antihumano. Este fantasma nos amenaza de nuevo en todo el mundo. Personas como yo, conscientes del peligro que supone esta ideología, intentamos alertar sobre esa “ceguera blanca” que está atacando a gente ignorante -o maledicente- mientras una parte demasiado amplia de la sociedad se vuelve a mirar hacia otro lado. José Saramago, seguro que encontraría en estos tiempos mucha inspiración y situaciones que incluir en su obra “Ensayo sobre la ceguera”.

Aunque oficialmente comenzó la campaña electoral a las elecciones municipales el pasado viernes, 10 de mayo, ya son varios los meses que venimos padeciendo exabruptos y salidas de tono, unos más peligrosos que otros, que proceden no sólo de los dirigenticos del partido fascista emergente, sino de parte de su club de hinchas. Creo que no es necesario mencionar a esta altura de la partida el nombre de esa formación política. Creo que no merece la pena que ensucie con sus siglas esta página, abierta sin mácula.

Lo que sí merece la pena, es más, urge ahora mismo, es señalar la ideología que subyace detrás de cada uno y de cada una. De quienes se presentan a las elecciones, pero también de quienes les jalean con vítores descontrolados, vestidos de rojigualda patrio y sustentados por un aguilucho que ya debía haber pasado a mejor vida en este país de países. Una ideología que no deja de ser un compendio de lo peor que la humanidad es capaz de generar: fascismo, racismo, xenofobia, islamofobia y homofobia. Ahí entre “ismos” y “fobias” andan bailando quienes dicen ser patriotas.

Tan “patriota” como una ciudadana de Monòver, un pueblo de la provincia de Alicante. ¿Su nombre? Pilar Prats Prats. Esta “ciudadana” ha hecho apología de todos esos “ismos” y “fobias” que he mencionado en una triste publicación en las redes sociales que, no podemos dejar pasar y sobre la que hemos de llamar la atención. ¿Por qué? Porque comenzamos callando y terminamos por aceptar lo inaceptable. Comenzamos por no hacer caso a los avisos que durante todos estos años de democracia nos ha enviado el fascismo en el Estado español con sus actos -entre los que se incluyen los asesinatos-, y terminamos por normalizar y validar lo que comenzó siendo un discurso callejero y por lo bajini. A la vista está que ya han ascendido las soflamas incendiarias y ahora las podemos escuchar hasta en los Parlamentos. ¡Si será grave la cosa!

Y no, por la parte que a mí me toca y corresponde, no voy a quedarme callada e impasible. No soy yo de mirar a otro lado ni de seguir la estrategia de los “tres monos sabios” de “no ver el mal, no escuchar el mal y no decir el mal”. Y no porque esta señora se haya referido en las redes sociales sobre mi hija Naima Abdelfath Mohamed como “extranjera que no es europea, que va en las listas de Izquierda Unida y que viene a España a conquistarnos y a que adoptemos su religión”. Tampoco porque haya añadido lo de que “dentro de poco todos con burka”.

Entenderán que estoy realizando ahora mismo un auténtico ejercicio de autocontrol mientras reflexiono. Estoy expresando públicamente esto, porque lo sucedido en plena campaña electoral y el señalamiento público que ha hecho sobre una candidata que concurre a las elecciones municipales, es muy peligroso. La libertad de expresión no es libertad de agresión y la historia nos ha enseñado que el discurso de odio precede al delito, al igual que la propaganda precede a la acción. Este tipo de manifestaciones públicas que hacen apología del racismo, de la islamofobia y la xenofobia, ni se deben, ni se pueden interpretar como meros episodios aislados, al margen de un contexto de clima social de intolerancia hacia personas diferentes a las que niega; un contexto alimentado por un discurso de odio que alienta la estigmatización, hostilidad, fanatismo, agresividad y violencia contra “la otra persona”, la distinta, hacia colectivos vulnerables y hasta personas que quedan así expuestas y en riesgo.

El discurso de odio que la Sra. Prats ha hecho utilizando para ello las RRSS, pretende suspender derechos y libertades como el derecho a vivir sin ningún tipo de miedo o intimidación, el derecho a la igualdad de trato sin ningún tipo de discriminación o marginación, en definitiva, el derecho a ser iguales en tener derechos.

Ya lo manifestó en su día Federico Fellini quien, durante un breve periodo de tiempo, formó parte de las juventudes fascistas italianas. A una edad avanzada, llegó a la siguiente conclusión: “El fascismo surge de un espíritu provinciano y no puede ser combatido si no reconocemos que no es más que el lado estúpido, patético y frustrado de nosotros mismos”.

No, no es tan inocente esta señora.
Candidata por Vox a las municipales al Ayuntamiento de Elda (Alicante)

Quizás la frustración de no tener ya bajo sus órdenes a mujeres explotadas y a las que fustigar en su empresa de calzado, mujeres migrantes incluidas, es decir, “extranjeras”, sin contrato y sin dar de alta en la seguridad social, obligándolas a esconderse parapetadas tras una valla en un acto muy “patriótico, para que la inspección de trabajo no diera con ellas, y así no tener que contribuir a las arcas públicas, esas que sustentan la educación y la sanidad; quizás esa frustración es lo que ha hecho que la señora Prats haya salido por la vía de Tarifa y haya descargado todo el veneno que llevaba dentro aprovechando la coyuntura del auge de su partido y su ideología. ¡Vete a saber si ese es el leit motiv! Y claro, olvida esta militante o simpatizante del partido fascista que en Monóvar nos conocemos todo el mundo y sabemos qué leche ha mamado cada uno y cada una, así como conocemos los devenires y avatares de cada quien. Ya lo dice el refrán que escuché muchas veces cuando andaba yo trabajando por Latinoamérica: “pueblo chico, infierno grande”.

A esta señora que defiende tanto a la patria, me ha pedido el cuerpo responderle con una coplilla del carnaval de Cádiz. Con arte y sabiduría popular es como mejor se le/les puede responder:

“No me envenena,
y como soy un ángel me la suda las banderas,
hasta puedo entender que luchen por su independencia
pues muchas veces a mi este país me da vergüenza,
me da vergüenza los que mandaron
la policía ‘pa’ moler a un pueblo a palos,
y el patriotismo del que presumieron muchos españoles
con las banderas en sus balcones,
yo no los vi sacar la banderita contra los ladrones,
contra los recortes o por las pensiones,
nunca los vi colgarlas por la sanidad
ni por tantos ‘paraos’ que no pueden más…
Y cuando terminemos con ‘tos’ los mangantes
cuando por fin no quede
ni un solo niño que pase frío y pase hambre
cuando no haya mujeres ni listas de nombres
que mueren maltratadas a manos de un hombre,
cuando se aclare el futuro
y no sea el culo
en educación,
y cuando en esta nación
hasta el Rey pueda votarse
y si su ‘cuñao’ robó
que lo pague con la cárcel,
cuando acabe la fiesta de la espada y la muleta
cuando ya no quede nadie ‘enterrao’ en las cunetas,
entonces ve donde quieras
saca tu trozo de tela, saca tu trozo de tela
y presume de bandera, y presume de bandera.”




¡No es democracia, es fascismo!