Las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo (FARC-EP) informaron que este
sábado 12 de octubre de 2013, fue lanzada una página Web donde se debatirán las
propuestas del cuerpo guerrillero para la construcción de una sociedad más
justa y equitativa.
Esta página Web está dedicada
a la mujer colombiana, donde divulgarán sus vivencias como guerrilleras y
luchas sociales. En el portal también se discutirá sobre la problemática de las
mujeres colombianas y las luchas populares. En palabras de Victoria Sandino,
miembro de la Delegación de las FARC que se encuentra en Cuba, “Contra nuestra
organización han lanzado una maligna campaña mediática, apoyada por el poder
económico y político imperial, para desvirtuar nuestra esencia revolucionaria y
humanista, acallar las voces justicieras y maniatar las acciones de quienes nos
hemos alzado en rebeldía”. La vocera agregó que en las FARC-EP, las
guerrilleras encontraron un enorme caudal de posibilidades para reconocerlas
como mujeres, luchadoras sociales, sujetas políticas, combatientes contra todo
tipo de discriminación y explotación. En un mensaje publicado en ese portal, el
jefe de las FARC, Timoleón Jiménez (Timochenko), elogió la iniciativa de las
guerrilleras y destacó la "participación permanente, abnegada, valiente y
heroica de la mujer colombiana en las filas" de la FARC (el mensaje se
puede leer completo a continuación). Desde su perspectiva de mujeres
revolucionarias, pueden contribuir a ampliar la conciencia, a mover más gente a
la lucha por un país y un mundo mejor. El portal Web ya tiene colgados varios
libros y artículos con perspectiva de género, así como biografías de mujeres
destacadas por su liderazgo y entrevistas a guerrilleras que integran el equipo
de paz de las FARC en los diálogos que tienen sede permanente en Cuba.
Mensaje de Timoleón
Jiménez
Comandante del Estado
Mayor Central de las FARC-EP.
Montañas de Colombia,
Octubre de 2013.
La apertura de esta
página dedicada a las mujeres colombianas y nuestra americana por parte de las
muchachas guerrilleras de las FARC-EP, es una hermosa aventura que merece
nuestro pleno respaldo desde el Secretariado del Estado Mayor Central.
Ellas solas tienen
méritos de sobra para asumir por cuenta propia esta tarea, para presentarla y
defenderla sin necesidad de recurrir al aporte masculino. A pesar de ello, han
resuelto invitarme de manera muy gentil, para que en mi condición de Comandante
de las FARC-EP presente un saludo de bienvenida a todas y a todos sus lectores.
Su petición me honra
sinceramente, al tiempo que significa un elevado compromiso. Puedo dar fe, por
mi larga militancia en la organización, desde el primer escalón como
guerrillero nuevo, hasta la asunción de la responsabilidad que me fue confiada
tras la partida de nuestros inolvidables comandantes Manuel Marulanda y Alfonso
Cano, de la participación permanente, abnegada, valiente, orgullosa, firme y
heroica de la mujer colombiana en las filas guerrilleras.
Las he visto asumir
todas las tareas de esta dura brega, como guerreras indomables en medio del
combate, como cuadros ejemplares en la organización de masas, como talentosas
integrantes de dirección en distintos escalones, como trabajadoras incansables
en las rudas labores cotidianas. Y puedo decir que su desempeño físico,
ideológico y político no tiene nada que envidiar al de sus compañeros hombres
en la lucha, que su competencia y responsabilidad es idéntica y hasta superior
en muchas ocasiones, que la fuerza de sus convicciones y su disposición a
sacrificarlo todo por la causa constituyen el más bello aliciente para
permanecer en la trinchera.
Mujeres así encarnan en
la realidad el profundo sentido de la condición humana. Esta no se limita simplemente
a llegar al mundo como producto del parto de una mujer, sino por encima de
todas las cosas, implica sentir que la vida carece de sentido si permanecemos
indiferentes a la injusticia sufrida por cualquier semejante para beneficio de
otro.
Las compañeras que
integran las FARC son la prueba fehaciente de que la mujer no sólo sabe
conmoverse intensamente ante el sufrimiento ajeno, sino también luchar y
entregarse hasta las últimas consecuencias porque ese sufrimiento sin sentido
desaparezca para siempre. Entiendo que es esa la dirección trazada por ellas al
asumir el reto de expresarse en la web. Cómo, desde su perspectiva de mujeres
revolucionarias, pueden contribuir a ampliar la conciencia, a mover más gente a
la lucha por un país y un mundo mejor, a acercar aún más el día del triunfo.
No se trata de una más
de esas visiones de género que pretenden enfrentar las mujeres con los hombres,
borrando las diferencias económicas, de clase, que se encuentran en el fondo de
todas las adversidades y desgracias que soportan pueblos y naciones. Los
varones opresores deben ser combatidos sin piedad, pero sin desconocer nunca
que los núcleos dominantes del poder también están conformados por mujeres, tan
ambiciosas y despiadadas como los más perversos burgueses. Madeleine Albright,
Condoleezza Rice o Margaret Thatcher, son ejemplos de ello, como pueden serlo
en el plano local personajes como Nohemí Sanín, Enilce López o la flamante ex
ministra de defensa Martha Lucía Ramírez.
Las escuelas de
feminismo que ignoran estas realidades tan amargas, trasladan la causa de los
males sociales a escenarios erráticos que antes de servir para su solución
contribuyen a su agravamiento. En las FARC hemos probado que la lucha de
hombres y mujeres, hombro con hombro, sobre la base de la igualdad de derechos
y oportunidades, intolerante con cualquier discriminación, no solamente es
posible, sino que resulta necesaria para el logro de los objetivos de redención
social, económica, cultural y moral de los pueblos.
Los instrumentos de dominación
ideológica y política con que cuentan las clases dominantes se empeñan
diariamente en desvirtuar la naturaleza de nuestra concepción socialista,
bolivariana y revolucionaria. Los grandes medios de comunicación procuran
mostrar a la mujer en las filas guerrilleras como un simple objeto manipulado
por la perfidia de sus mandos. ¡Qué cantidad de infamias e infundios circulan
sobre nosotros, sobre nuestro accionar y vida colectiva! Sin duda alguna que
esta página jugará un papel destacado en la difusión de nuestra verdad, una
verdad que no es otra sino la de los humillados y explotados que se han alzado
a la lucha por la reivindicación de su clase, su pueblo, su patria y su
especie.
Desde luego que como
jefe de una organización político militar de tanta tradición y envergadura como
las FARC-EP, son muchas las materias sobre las que podría y debería verter la
opinión en este espacio. El conflicto colombiano, nuestra idea de la paz, la
democracia y la justicia social, el desarrollo mismo de las conversaciones que
se cumplen actualmente en La Habana, el paro agrario, la solidaridad despertada
por el mismo en el país y el mundo, en fin, es enorme la lista de temas sobre
los que cabría exponer nuestra posición. Si me dedicara ahora a ello, no sólo
rebasaría la intención con que fue concebido este saludo, sino que estaría
relevando de su propósito a las compañeras que precisamente con ese fin
decidieron asumir esta misión.
Seguramente que más
adelante podremos brindar nuestra colaboración en diversos sentidos. Confiando
en que nuestras muchachas lograrán vencer la guerra cibernética desatada
también contra nosotros con el objeto de impedir, mediante todos los
procedimientos concebibles e inconcebibles, que las ideas enfrentadas al modelo
universal de dominación puedan expresarse. Para todas ellas nuestro abrazo
entusiasta y solidario desde la dirección nacional de las FARC, nuestra voz de
aliento y nuestro apoyo. Para los lectores y lectoras nuestro agradecimiento
por estar aquí, la reiteración de nuestra fe anti imperialista y anti
oligárquica, y nuestra invitación a luchar, a perseverar en los esfuerzos por
cambiar esto.
Tal y como van las
cosas, la victoria en esta batalla no es
solamente un sueño, un propósito o una meta. Es una necesidad vital para los pueblos,
para la naturaleza y la especie humana. Es por eso que cada día repetimos con
mayor ahínco: ¡Hemos jurado vencer!... ¡Y venceremos!