Dedicado a esos que atacan sin piedad amparándose en las redes, diciendo y haciendo lo que nunca harían cara a cara.
No me he podido resistir a escribir sobre esto. Hablo tanto de comunicación, sobre todo de comunicación de proximidad desde las radios públicas locales y desde las radios comunitarias, que este asunto no podía faltar.
Se está dando un fenómeno curioso desde el auge de la Internet y las mal llamadas “redes sociales”, que se denomina COBARDÍA MAYÚSCULA. Sí, es eso, ni más ni menos. C O B A R D Í A con todas sus letras.
La he sufrido yo (y la sigo sufriendo) y compruebo que la sufren compañeras, compañeros, amigas y amigos míos además de otras personas conocidas.
Esos personajes que se amparan en perfiles sin nombre, con nombre sin foto o que se hacen llamar “Anónimo” y se dedican a decir y opinar salvajemente sobre cosas que JAMÁS dirían cara a cara ni harían en persona, son dignos de estudio… y de denuncia ante las autoridades judiciales competentes
Pero más allá de emprender las acciones legales que se estimen oportunas, sociológica, psicológica y antropológicamente me interesa este asunto. Es curiosa la sensación de PODER que da Internet. Cualquier persona puede opinar y decir con la consecuente influencia, así esté mintiendo vilmente o señalando a activistas sociales, políticas, sindicales… y feministas ante las hordas fascistas para provocar una agresión física (que las Diosas del Universo no lo quieran). Si además causa furor debido a su polémica (o al menos tienen esa falsa sensación), ¡qué bien se siente esa persona por haberla liado! ¿eh? y por haber conseguido que ciertos personajillos aduladores o con intereses de todo tipo hablen de ella.
Pues resulta que, MIENTRAS MÁS PODER SE CREA TENER, MÁS RESPONSABILIDAD SE DEBE DEMOSTRAR. Esto es así, si tengo un arma en mi mano, tengo que aprender a usarla porque si no… sólo hay que mirar cómo está el mundo y la cantidad de personas asesinadas. Obviamente, mejor no tener un arma en la mano. Que no existieran armas.
No obstante, quiero hacer una aclaración. Esta máxima de “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, no es mía, por supuesto. Se trata de un antiguo adagio, de al menos el siglo I a. C. que hace alusión a la espada de Damocles. La cita se ha usado (y se usa) en ámbitos políticos, sociales y sindicales en la aplicación de la ley y la seguridad pública. También por periodistas y autores/as de libros, así como en varios medios y memes. Por supuesto, el excelente alumnado que aprovecha bien sus estudios del Grado de Filosofía y Letras, es decir, que demuestra que la universidad ha pasado por ellas y ellos y no a la inversa, y que se han empeñado en asignaturas como Ética; Ética y Política de los Derechos Humanos; Conocimiento, Ciencia y Sociedad; Estética; Filosofía política y social o incluso Filosofía y Desarrollo Moral y Cívico… siempre, siempre, tendrá en cuenta a la hora de actuar en lo cotidiano o cuando ocupa un cargo público, estas enseñanzas que ha interiorizado durante su paso por la Academia.
De todas formas, si el paso por la Facultad de Filosofía y Letras no se ha aprovechado para aprender y poner en práctica lo aprendido (al menos lo escrito en un examen para aprobar en lugar de poseer más y mejores conocimientos y ser mejor persona), y se es consumidor de cómics o videojuegos, quizás recuerde la paráfrasis “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, porque se popularizó aún más tras su aparición en los cómics de Marvel con el personaje de Spider Man (escritos por Stan Lee) tomando el nombre de principio de Peter Parker, aunque previamente, la frase ya se usó en Superman, en su primera aparición de Acción en Vivo en la serie de 1948… pero esto ya es para nota de examen de cómics históricos.
Nota: las hordas son grupos organizados pero muy primitivos, salvajes y agresivos. Una horda no es una comunidad.
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