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miércoles, 25 de febrero de 2009

"EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA. DEMOCRACIA, CAPITALISMO Y ESTADO DE DERECHO"



Carlos Fernández Liria*
Pedro Fernández Liria*
Luis Alegre Zahonero*
Ilustraciones: Miguel Brieva
Edit. AKAL

COMENTARIO SOBRE ESTE LIBRO
A principios del siglo XXI, en la España ´democrática´, un partido ´socialista´ está a punto de aprobar una asignatura que en la precarizada educación pública pretende ´concienciar´, ´animar´ a los futuros ciudadanos a la ´participación democrática´, en un contexto nacional e internacional cada vez más degradado por la voracidad capitalista. Este ensayo es un tremendo contraataque a tamaña farsa. Ofrece un profundo análisis, auque expresado con llaneza y claridad, en torno a conceptos sociales y éticos tan importantes como la Ciudadanía, la Democracia, la Libertad (pública e individual), el Derecho, la Ley... desde los orígenes del debate en la Grecia clásica, pasando por la Ilustración hasta el convulso siglo XX. El resultado de esta revisión es demoledor: la grandeza de los planteamientos teóricos en los momentos cumbres del discurrir filosófico y político de la Historia de Occidente -la Grecia clásica, la Revolución francesa, las democracias modernas- resulta inversamente proporcional a la miseria, la injusticia, la violencia, la mezquindad y el horror humanos que han caracterizado en el plano ´práctico´, a ras de tierra, en todo tiempo y lugar a las sociedades humanas; con una virulencia sin límites en el Capitalismo brutal del último siglo y las cómplices democracias occidentales. La obra revela con datos precisos, directos y sin miramientos políticamente correctos, las principales estrategias de las mal llamadas democracias modernas para perpetuar el desequilibrio; cómo cada intento revolucionario de las sociedades para cambiar el sistema neoliberal capitalista e instaurar otros modelos más justos (comunismo y anarquismo) ha sido violentamente reducido por los mismos estados adalides de la Democracia internacional -se atiende a los casos de Cuba y el cono sur latinoamericano, la URSS, la España de principios de siglo, etc-. Asimismo se defienden con contundencia los actuales y ´vivos´ intentos revolucionarios en América latina. Los autores realizan un esfuerzo poco usual por manejar materias en principio tan densas y ´adultas´ del modo más accesible e incluso atractivo para cualquier adolescente medio. Las geniales y corrosivas ilustraciones de Miguel Brieva constituyen un pilar fundamental para la obra, que adquiere una riqueza y calado crítico indispensable para las nuevas generaciones de cualquier democracia actual.

PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN
(Nota de los autores sobre el papel de los medios de comunicación en la polémica en torno a la asignatura de Educación para la Ciudadanía y de este libro en particular.)
Sobre la primera edición de este libro, se ha mentido tanto en los medios de comunicación españoles que conviene hacer algunas aclaraciones que dejen las cosas en su sitio.
El 20 de septiembre de 2007, por ejemplo, el Telenoticias 3 de Telemadrid anunció literalmente que nuestro libro era "uno de los que ya habían comenzado a utilizarse como libro de texto en la asignatura "Educación para la Ciudadanía" que acababa de implantarse en algunas comunidades autónomas". Con cara compungida, un supuesto padre de familia, sentado en el sofá de su casa, iba leyendo en voz alta algunos pasajes escogidos de nuestro libro. En especial, parecía escandalizarle el hecho de que recordáramos que los votantes del PP habían votado (y siguen votando) a un partido que apoyó la invasión estadounidense de Iraq, y que eso, de alguna manera, comporta algún tipo de responsabilidad. Por lo visto, en opinión de los directores de Telemadrid, es inconcebible que en una asignatura de Educación para la Ciudadanía se pretenda nada menos que decir la verdad a los alumnos. Quizá piensen que sería más opotuno explicar a los jóvenes y a los lectores en general que los ciudadanos no tienen ninguna responsabilidad a la hora de votar a un partido u otro. Pues la cruda realidad es que el PP apoyó la invasión de Iraq y que José María Aznar insistió una y otra vez en que tenía informes fidedignos de que Sadam Hussein contaba con armas de destrucción masiva, pese a que todos los informes de los inspectores de la ONU decían lo contrario. Luego resultó que en Iraq no había armas de destrucción masiva. No sólo no las había, sino que siempre se supo que no las había. Sobre este tema se había mentido a la opinión pública mundial. Pese a todo, a los votantes del PP no les pareció motivo suficiente para cambiar su elección.
Se trata, sin duda, de un enigma de la vida ciudadana que ojalá algún día pueda ser desentrañado en los libros de texto de Educación para la Ciudadanía: ¿Cómo es posible que la intención de voto de la población no se haya modificado en absoluto al descubrir que una guerra que ha destruido un país y que ha causado centenares de miles de víctimas civiles se inició con un embuste de sus líderes políticos?.
Sin embargo, todo el mundo parece de acuerdo (en el PP y también en el PSOE) en que la asignatura "Educación para la Ciudadanía" no deben tratarse este tipo de cuestiones tan delicadas. En realidad, tal como han demostrado los libros de texto que han visto la luz durante el año 2007, esta asignatura no debe consistir, al parecer, más que en un canto políticamente correcto a valores abstractos y melifluas intenciones, una especie de Barrio Sésamo ñoño, tedioso y conformista para explicar a los niños lo contentos que tienen que estar por vivir en una monarquía constitucional. No es extraño, por tanto, que nuestro libro fuese acogido con tan rabiosa indignación.
Pero, antes de pasar a discutir estas cuestiones, conviene deshacer las mentiras más sonadas. El Telenoticias de Telemadrid mintió, y no era la primera vez que mentía al respecto. Mintió, en primer lugar, porque nuestro libro no es un libro de texto. Y, por supuesto, era absolutamente falaz que ya estuviese utilizándose como tal en los centros de enseñanza. Cualquiera puede ver que el libro que tiene entre sus manos no es un libro de texto: no responde al programa de ningún curso en particular; no tiene el formato de los libros de texto; no tiene actividades para el alumno, ni flechitas ni esquemitas ni recuadritos; no ha sido homologado por el Ministerio de Educación; no sigue el currículo de la asignatura, etc. Es más, no hay ningún profesor tan suicida como para buscarse la ruina utilizándolo como manual obligatorio, pues es fácil colegir que la comunidad educativa, la dirección del centro, los padres, los consejos escolares, la inspección, la prensa y demás fuerzas vivas, le complicarían mucho la vida.
Que no se trata de un libro de texto es algo que sabían perfectamente en Telemadrid. Lo mismo que lo han sabido perfectamente, desde el principio, en la Cadena Cope, en el diario El Mundo, en La Razón, en el ABC, en Libertad Digital, en el Canal 7, y en todos los medios que, sin embargo, no han parado de insistir en que sí lo era. Sencillamente, han mentido sabiendo muy bien que estaban mintiendo. Han querido transmitir la idea de que nuestro libro no sólo es un libro de texto, sino que es, además, el libro de texto por antonomasia, el que verdaderamente desvela las auténticas y ocultas intenciones del gobierno del PSOE, hasta el punto de que en algunos de esos medios comenzó a conocerse como el "manual de Zapatero".
No sólono es verdad que sea un manual. Se trata más bien de un antimanual especialmente escrito en contra de la asignatura misma. Por supuesto, este detalle ha pasado desapercibido, porque la prensa de derechas estaba muy interesada en ocultar el hecho de que, desde el principio, hubo una oposición de izquierdas a la Educación para la Ciudadanía. Incluso se produjo una manifestación en contra de esta asignatura, convocada a nivel estatal, que acabó con unas clases de Filosofía al aire libre impartidas en la Plaza de España de Madrid, el 3 de junio de 2005. Los tres autores del libro participamos activamente en esas movilizaciones contra la asignatura, convocadas desde la izquierda. Esta respuesta tenía muy buenas razones y argumentos, pero, por supuesto, no salió en los periódicos ni en los telediarios, porque la izquierda de este país ni tiene periódicos ni tiene telediarios a su disposición. Y como suele ocurrir, a fuerza de silencio y censura se acabó por creer que la izquierda no existía. De este modo, se logró crear la ilusión de que sólo la derecha atacaba la asignatura y que, en cambio, la izquierda (liderada, al parecer, por el PSOE) la defendía.
Por supuesto, el ruido que han metido los obispos en relación con esta asignatura ha sido tan aparatosa que el espejismo estaba servido en bandeja. En este país tenemos la desgracia de padecer una derecha pre-civilizada, pre-moderna, pre-ilustrada, aliada de los sectores más reaccionarios de la Iglesia Católica, una Iglesia a cuyos dirigentes sólo hemos visto movilizarse en contra de los derechos de los homosexuales, de las mujeres y, en general, en contra de todo lo que les suene a Derecho. Nos referimos, claro está, a la misma jerarquía eclesiástica que combatió en Latinoamérica a la Teología de la Liberación, y que en España está empeñada en "limpiar la casa del Señor", cerrando parroquias comprometidas con la causa de los pobres, como la de Enrique de Castro en el barrio madrileño de Vallecas. Así pues, tampoco resulta sorprendente la furiosa reacción de la Conferencia Episcopal contra cualquier propuesta que incorpore, aunque sólo sea en el título, la palabra "ciudadanía". En esta ocasión se han comportado como auténticos Príncipes de las Tinieblas, como si la mera palabra "ciudadanía" les produjera el mismo efecto que la luz del sol al conde Drácula. La jerarquía de la Iglesia pierde los papeles cada vez que siente amenazada una micra de su poder político. Así pues, es normal que hayan reaccionado con virulencia contra una asignatura que pretende transmitir unos valores distintos a los que ellos inculcan en la asignatura de Religión. La hipocresía de los obispos y de organizaciones como la Confederación Católica de Padres (CONCAPA) al acusar al Estado de adoctrinamiento ha sido repugnante, cuando no surrealista, teniendo en cuenta lo contenta que estuvo la Iglesia de monopolizar el adoctrinamiento fascista, machista, homófobo y clasista durante cuarenta años de franquismo, y lo contenta que está ahora de valerse de fondos públicos para el lavado de cerebro de los niños en sus centros concertados y, en general, en la asignatura de Religión.
Y como la derecha y la ultraderecha sí tienen medios de comunicación de sobra para hacerse oír en el espacio público, resultó aun más creíble la idea de que la polémica sobre la Educación para la Ciudadanía se agotaba entre el PP, que la atacaba, y el PSOE, que la defendía.
En absoluto era cierto. La oposición de izquierdas a esta asignatura había existido desde el primer momento. Partió fundamentalmente del área de Filosofía y era una llamada de atención sobre la degradación de la enseñanza pública en general. Era previsible, en efecto, que la asignatura de Filosofía quedara muy dañada con la implantación de la Educación para la Ciudadanía. Y de hecho, así ha sido. En el borrador del decreto de Bachillerato que el PSOE ha preparado hasta la fecha, está previsto reducir de tres a dos horas a la semana la Filosofía de primero de Bachillerato (que pasaría a llamarse "Filosofía y Ciudadanía"). Hay que tener en cuenta, en primer lugar, que fue ya el PSOE quien en su momento redujo esta asignatura de cuatro a tres horas semanales. En segundo lugar, conviene recordar que con esta nueva reducción incumple todos los pactos y falta a todas las promesas hechas a las facultades y asociaciones de Filosofía. Pero no contento con esto (¿alguien puede adivinar qué tiene el PSOE contra la Filosofía?), en el borrador del decreto se prevé reducir también a dos horas semanales la Historia de la Filosofía de segundo de Bachillerato. A ello hay que añadir el hecho de que la Ética de 4º de la ESO pasa a llamarse "Ética cívica" y pierde una de sus dos horas a la semana. Todo el mundo sabe que eso es tanto como convertir esa asignatura en impracticable.
La defensa de la Filosofía frente a este estropicio educativo no es una cuestión de corporativismo. Lo que ocurre es que algunos profesores, como los autores de este libro, creemos de verdad que la asignatura de "Filosofía", en su actual perfil científico, es el mejor instrumento del que dispone nuestro sistema educativo para formar ciudadanos capaces de razonar y argumentar con criterio propio e independiente. Estamos convencidos de que no hay mejor forma de encaminarse a ese objetivo que la enseñanza de la Filosofía y la Historia de la Filosofía, del mismo modo que creemos que con los programas de Educación para la Ciudadanía, lo que se pretende más bien es amaestrar a los niños en lo políticamente correcto y en las supercherías de la ideología dominante. Pero, sobre todo, somos muy conscientes de que este atentado contra el perfil científico de la asignatura de Filosofía no es más que un síntoma fatal del rumbo que está tomando la enseñanza pública en general. Los perfiles científicos de las asignaturas en la enseñanza secundaria tienenden cada vez más a disolverse porque el edificio mismo de la enseñanza pública se desmorona más y más, viniendo a ocupar su lugar una especie de "asistencia social" gestionada por educadores, pedagogos, psicólogos, e incluso por guardias de seguridad, como si se fuese muy consciente de que mientras las enseñanzas privada y concertada preparan para la universidad, el futuro en la enseñanza pública viene más bien marcado por la cárcel, el paro o el inframundo laboral del trabajo basura. En esta cuestión, las políticas del PSOE y del PP han resultado igualmente letales. Legislatura tras legislatura han ido haciendo y deshaciendo leyes y decretos, como si fueran buenas intenciones, y no muchísimo más dinero y recursos humanos, lo que la enseñanza pública necesita para poder frenar esta tendencia hacia el desastre. Eso, por supuesto, sin la menor iniciativa legal para acabar con la ignominia de la enseñanza concertada, con su legión de profesores nombrados a dedo y pagados con dinero público. Si a esta situación le añadimos los planes a nivel europeo y mundial que desde la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Acuerdo General de Comercio de Servicios (GATS por sus siglas en inglés) planean sobre el mundo de la enseñanza estatal, encaminados de forma inequívoca a la instrumentalización privada de la enseñanza pública superior y la mercantilización de la universidad, el panorama es desolador -tan desolador como había previsto hace ya tiempo el libro de Michel Éliard, La fin de l´école (París, PUF, 2000)-. Es posible hacerse una excelente idea de lo que se ha estado jugando en eso que se ha llamado "Convergencia Europea en Educación Superior" leyendo el libro "Eurouniversidad. Mito y realidad del proceso de Bolonia" (Barcelona, Icaria, 2007).
Ahora bien, en estos últimos años cruciales, la voz de la izquierda ha sido casi por completo silenciada, tanto respecto de la enseñanza secundaria como de la superior. Hartos de estrellarnos contra este muro de silencio, en el momento en que vimos que la implantación de la Educación para la Ciudadanía era ya un hecho consumado, los autores de este libro decidimos hacer de la necesidad, virtud. Nos dijimos que si querían una Educación para la Ciudadanía, la iban a tener, pero que la iban a tener en serio. En lugar de utilizar la asignatura para encubrir la realidad capitalista, podíamos utilizarla para denunciarla. El racismo; la xenofobia; el trabajo ilegal de los sin papeles y el trabajo basura de los con papeles; la desestructuración social; la precariedad laboral; la marginación y todo lo que ella conlleva; la imposibilidad de acceder a una vivienda digna y las consiguientes dificultades para la vida familiar y la procreación. Todos estos asuntos tienen su causa en problemas sociales y económicos enraizados en las estructuras más básicas de esta sociedad en la que vivimos. Es ridículo, patético e hipócrita pretender que todo ello hay que afrontarlo con una "educación en valores". Pero, sobre todo, se trata de una estafa que pretende encubrir y legitimar las verdaderas causas de estos problemas. Así pues, lo primero que debe quedar claro en una Educación para la Ciudadanía es el carácter capitalista de nuestra realidad social. Después habrá que decidir en qué consiste y qué posibilidades tiene la vida ciudadana en semejante condiciones.
Fue así como publicamos Educación para la Ciudadanía. Democracia, Capitalismo y Estado de Derecho (Akal, 2007). La reacción de los medios de comunicación de derechas y de ultraderecha ha sido furibunda. La tentación de utilizarnos como arma arrojadiza contra el PSOE era demasiado grande para reducirnos al silencio, así que decidimos más bien poner el grito en el cielo. La campaña mediática que se ha desatado en contra de nuestro libro durante los meses de agosto y de septiembre de 2007 ha superado los límites de la falsedad, la mentira y la hipocresía. En primer lugar, como ya hemos señalado, presentaron el libro como un manual destinado a las aulas, cuando era absolutamente obvio que no lo era. Luego, y tal como denunció en su momento Javier Ortiz, siguieron la táctica habitual de la Inquisición: "Primero se dice que el contrario ha dicho lo que no ha dicho y luego se le condena sin apelación posible por haber dicho lo que no ha dicho" (El Mundo, 9 de septiembre de 2007).
Así, por ejemplo, en las múltiples veces que nuestro libro ha sido aludido en Telemadrid, su contenido ha quedado resumido diciendo que definimos "libertad" como "hacer lo que a uno le da la gana". Varias veces esa frase ha aparecido subrayada y ampliada en pantalla, como prueba de nuestra ignominia. Lo que no decían es que esa frase es sólo el punto de partida de un razonamiento estrictamente Kantiano en el que acabamjos, por cierto, por concluir que "libertad" es más bien "obeceder a la ley" (lo que, sin duda, considerarán muy desconcertante los directores de Telemadrid, tratándose de un libro que han calificado poco menos que de anticonstitucional). Hasta el menos aventajado de los alumnos de secundaria que de verdad leyera nuestro libro entendería perfectamente que nuestro concepto de libertad no tiene nada que ver con lo que ordinariamente se entiende por "hacer lo que nos da la gana". Es completamente obvio que si tomamos esa frase como punto de partida, es precisamente porque sabemos que se trata de una idea bastante común entre los jóvenes, de modo que es con ella con la que conviene ajustar cuentas. Por supuesto, esto lo sabían perfectamente en Telemadrid, pero no les importó mentir al respecto.
Es curioso cómo los periodistas acaban creyéndose sus propias mentiras, porque el caso es que en el programa 59", de TVE, también resumieron la tesis principal del libro del mismo modo. Luego pasaron a rasgarse las vestiduras, hasta el punto de que Melchor Miralles, directivo del diario El Mundo, pidió que a los autores nos inhabilitaran de por vida para la docencia (en todo caso, en descarga del directos de 59", hay que señalar que accedió a leer una nota de rectificación en el programa siguiente; por supuesto, no se puede decir lo mismo de Melchor Miralles).
Se han publicado otras mentiras absolutamente descabelladas, como, por ejemplo, que mostramos algún tipo de menosprecio hacia los gitanos (Alfonso Ussía, La Razón, 19 de agosto de 2007) cuando, en realidad, son mencionados precisamente como modelo de resistencia frente a los mecanismos destructores de la familia que pone en juego el capitalismo (que constituye, éste sí, el blanco de nuestras críticas); mentiras absurdas, como que consideramos intolerable mantener la virginidad hasta el matrimonio, cuando lo único que decimos a ese respecto es que se trata de un asunto que debe quedar gobernado por la voluntad libre de cada uno; o mentiras delirantes, como que defendemos que la "dignidad" es comportarse como "un buen cerdo machista y tenerlos bien puestos" (La Razón, 17 de agosto de 2007), cuando, como es obvio, eso se propone precisamente como ejemplo de indignidad.
Lo más llamativo es que se hayan apuntado, por una parte, mentiras y, por otra, insultos y descalificaciones, sin aportar ni un solo argumento. Fernando Savater nos llamó "necios y sectarios" (ABC, 7 de agosto de 2007); Martín Prieto nos tildó de "retroprogres", "locos", "chequistas" y "lamelibranquios" (El Mundo, 12 de agosto de 2007); César Vidal nos llamó "escritores fracasados" y no sé cuántas cosas más (COPE, 12 de julio de 2oo7); Alfonso Ussía dijo que éramos unos "stalinistas", "comunistas", "genocidas" y nos invitó a irnos a vivir a Cuba (La Razón, 19 de agosto de 2007); Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez han hablado bastante de nuestro libro no sabiendo si llorar o reír y llegando a la conclusión de que, más que nada, somos unos "zumbaos".
Respecto a los insultos publicados en El Mundo y en La Razón hay que añadir, además, que han sido especialmente cobardes y maleducados, porque estos diarios (al contrario que El País o ABC) no nos han concedido derecho a réplica, ni siquiera las quince líneas de rigos en "Cartas al director". Tres cartas enviadas a Pedro J. Ramírez fueron rechazadas sin explicaciones.
Es muy notable el hecho de que sólo haya dos personas que hayan argumentado sobre el libro: Rafael Sánchez Ferlosio (El País, 29 de julio de 2007) y Gustavo Bueno (El Catoblepas). El primero lo hizo tras criticar durísimamente a Savater y para defender, en cambio, la idea fundamental de nuestro libro, lo que no tiene nada de extraño, pues, en efecto, "la idea de introducir en política la fuerza de lo impersonal" nos la enseñó él mejor que ningún otro. El segundo, es cierto, nos criticó con dureza, aunque con argumentos muy discutibles; pero, en todo caso, lo hizo tras burlarse de forma inmisericorde de los otros "libros de texto", y especialmente del de José Antonio Marina, del que vino a decir algo así como que si es más tonto no nace. Así pues, después de todo, salimos ganando por comparación.
Merecen comentario aparte los insultos que han cuestionado nuestra salud mental ("zumbaos", "paranoicos", "casos psiquiátricos", etc.). Por lo visto, a la izquierda del PSOE y del PP estamos todos locos de remate. Pues, en efecto, los periodistas que tanto se han burlado de nosotros se asombrarían mucho al saber la acogida tan entusiasta que nuestro libro ha tenido en los medios de la izquierda alterglobalización (en las revistas El Viejo Topo, Viento Sur, Archipiélago, Fusión, El Otro País o en los sitios web habituales de la izquierda). Es una prueba más de que los argumentos de izquierda no tienen ninguna cabida mediática en el espacio público de nuestra bendita libertad de expresión. No hace falta censura, en efecto, allí donde todo el mundo obedece, por la cuenta que le trae, la voz de su amo. Sin embargo, en esta ocasión se ha colado en los grandes medios de comunicación un argumento de la llamada "extrema izquierda". Ello se ha debido, como sabemos, a que al PP le convenía muchísimo, en su guerra particular contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía propuesta por el PSOE, presentar nuestro libro como el "manual de Zapatero". Es la única razón, pues el blindaje informativo contra los argumentos a la izquierda del PSOE ha sido siempre absoluto. Y mira por dónde, una vez que, debido a este accidente informativo, se encuentran con una argumentación anticapitalista y alterglobalización encima de la mesa de los telediarios y los periódicos, se quedan boquiabiertos y piensan que, sencillamente, se les han colado unos locos de atar. Así de acostumbrados están a discutir con nuestros argumentos y así de acostumbrados están a discutir con nuestros autores habituales de referencia, tales como Noam Chomsky, Vandana Shiva, Tariq Ali, Samir Amin, Eduardo Galeano, Ammy Goodman, Pérez Esquivel, Naomi Klein, Immanuel Wallerstein, Terry Eagleton, Eric Hobsbawm, Michel Chossudovsky, Harold Pinter o Arundhati Roy. Hay un largo etcétera de autores censurados por los propietarios privados del espacio público. Por ejemplo, y sin ir más lejos, Ignacio Ramonet dejó al descubierno la complicidad de los medios europeos con el golpe de Estado contra el orden constitucional en Venezuela de abril de 2002, y ese fue el último artículo que publicó en El País. En suma, es de suponer que nuestros medios de comunicación no tendrían demasiado empacho en psiquiatrizar al movimiento alterglobalización en su conjunto, con todos sus autores de referencia y toda su bibliografía. Como si a la izquierda de los que tienen el poder no existiese más que el manicomio.
Al fin y al cabo, se trata de un buen síntoma. No podemos esperar que los que tienen la sartén por el mango aprecien la corrección de los diagnósticos de la izquierda alterglobalización. Si defendemos que "otro mundo es posible" es porque sabemos que otra economía y otras relaciones sociales son posibles en este mundo. Los anticapitalistas no pedimos la luna, no somos unos lunáticos. Pedimos algo de lo más sensato, aunque no podemos esperar la comprensión de los poderosos ni de sus mercenarios en los medios de comunicación.
Se pongan como se pongan, el movimiento antiglobalización existe. Tampoco los propietarios de Atenas fueron demasiado comprensivos con Sócrates que es, después de todo, el verdadero protagonista de este libro.
Madrid, 1 de octubre de 2007
Los autores
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*Carlos Fernández Liria es profesor de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid y autor de los libros "Dejar de pensar" (1986), "Volver a pensar" (1989). "Sin vigilancia y sin castigo" (1992), "El materialismo" (1998), "Geometría y tragedia". El uso público de la palabra en la sociedad moderna" (2002) y "Cuba" (2005). Junto con Luis Alegre Zahonero, investigador de la Universidad Complutense de Madrid, ha publicado los libros "Periodismo y Crimen" (2002) y "Comprender Venezuela, pensar la democracia" (2006). Colaboradores habituales de las revistas Logos, Viento Sur y Archipiélago, han publicado conjuntamente el artículo "La revolución educativa. El reto de la Universidad ante la sociedad del conocimiento" (2004).
* Pedro Fernández Liria, doctor en Filosofía y profesor de Enseñanza Secundaria, es autor de los títulos "La conciencia desdichada. Aproximación a la fenomenología de la conciencia cristiana" (1996) y "Hegel y el judaismo" (2000), así como de los ensayos "Regreso al campo de batalla. En torno al pensamiento del último Althusser" (2002) y "Psicoanálisis y materialismo histórico en Louis Althusser" (2005).
*Miguel Brieva es un ser bípedo, y en ocasiones racional, que nació en Sevilla en 1974 y que, además de ingerir alimentos y aspirar oxígeno con relativa frecuencia, colabora asimismo en algunas publicaciones. Es autor y editor de la revista Dinero. A menudo, mientras saca punta al lápiz, silbotea melodías difícilmente reconocibles y discordantes, que sin embargo a él parecen proporcionarle algún tipo de placer. A veces estornuda.

miércoles, 11 de febrero de 2009

WASHINGTON PODRÍA DEJAR DE APOYAR A MARRUECOS


¿HACIA UNA SOLUCIÓN EN EL SÁHARA OCCIDENTAL?
Por George Joffe*
LE MONDE diplomatique en español. Febrero de 2009


En 1975, mientras España llevaba a cabo una difícil transición de la dictadura a la democracia, Marruecos anexionó la antigua colonia española del Sáhara Occidental. Aunque su intervención ignoró las resoluciones a favor de la autodeterminación tanto de Naciones Unidas como de la Organización de la Unidad Africana (actualmente Unión Africana), Rabat alegó que estaba restableciendo su integridad territorial, alterada por los colonialismos francés y español. Sin embargo, se supo que el rey Hassán II había manipulado la reivindicación de esa región para maximizar el apoyo interno a la monarquía.

Los saharauis del Frente Polisario, respaldados por Argelia, rechazaban esa reivindicación. Ambos se apoyaban en las decisiones de las organizaciones citadas anteriormente y en la posición del Tribunal Internacional de Justicia, emitida en octubre de 1975, que, a petición de la Asamblea General de la ONU un año antes, había tenido en cuenta los alegatos de Marruecos, Argelia y Mauritania. El Tribunal llegó a la conclusión de que, aunque tribus saharauis hubieran tenido líneas de vasallaje con el sultanato de Marruecos en tiempos precoloniales, éstas no eran suficientes para legitimar la reivindicación de soberanía territorial, tal y como Rabat pretendía. El fallo satisfizo a ambos rivales: Marruecos afirmaba que la primera parte del mismo justificaba sus reivindicaciones, mientras el Frente Polisario insistía en que la segunda parte, implícitamente, abogaba por un proceso de autodeterminación. Estas posturas no han variado, planteando la cuestión de si, dada la intransegencia permanente de las partes, se puede esperar algún tipo de resolución en un futuro previsible. Pero las cosas pueden cambiar. Las protestas contra Marruecos aumentan en las ciudades del Sáhara. Y es posible que el nuevo Presidente de Estados Unidos tenga, por primera vez, una posición distinta, sobre esta cuestión, de la de su fiel aliado marroquí.


Es indudable que, a propósito del Sáhara Occidental, ha habido cambios tácticos en las últimas décadas: las acciones militares del Frente Polisario obligaron a Mauritania a abandonar su reivindicación en 1979; y la ONU pudo imponer un alto el fuego, en septiembre de 1991, supervisado por una misión militar especial, la MINURSO (Misión de la ONU para el Referéndum del Sáhara Occidental), durante los últimos quince años, bajo la promesa de que se realizaría un referéndum, aplazado una y otra vez a causa de las disputas acerca del censo electoral. Asimismo, Argelia ha disuadido al Frente Polisario de retomar la opción militar. Sin embargo, ninguna de las partes ha estado dispuesta a moderar sus posiciones fundamentales; Marruecos insiste en su reivindicación de soberanía; y el Polisario no renuncia a su petición de un referéndum de autodeterminación.

El carácter duradero de la disputa se debe a que ambas partes reclaman el derecho soberano al control del territorio, el cual, por su propia naturaleza, no puede derivar en un acuerdo. A fin de cuentas, la soberanía es una afirmación del poder exclusivo e indisoluble, que no puede fragmentarse. Aunque en los últimos años los argumentos relativos a la legitimidad del poder soberano de los Estados hayan modificado algo esta definición, en el Derecho Internacional sigue incontestada. Sin embargo, la disputa del Sáhara Occidental levanta dudas ante esta postura tradicional; y estas dudas potenciales son las que hacen pensar que pueda surgir una solución al conflicto.


DERECHO A LA AUTODETERMINACIÓN

Hay dos planteamientos distintos de la soberanía. La postura marroquí se basa en la exposición clásica de soberanía en cuanto al derecho de un Etado a ejercer poder soberano sobre su territorio; mientras el Frente Polisario insiste en que la única legitimación de la soberanía es el hecho de que ésta refleja los derechos de una nación que vive en un territorio, para así reivindicar la soberanía sobre éste; o sea, la esencia de la autodeterminación. El problema para la ONU y, por extensión, para la Unión Africana, es que no se ha resuelto la contradicción entre Estado y nación, puesto que simplemente se da por hecho que ambos términos coinciden. El Derecho Internacional aprueba la primera definición, aunque cada vez ha habido más presiones para que se adopte la segunda desde el fin de la Guerra Fría.

Las organizaciones internacionales son conscientes de las contradicciones, pero nunca han tenido que enfrentarse a ellas. La ONU da por sentado que los asuntos internos de las naciones no le atañen, a pesar de que, desde hace tiempo, ha promovido el derecho de los "pueblos" a la autodeterminación mediante la Resolución 1514 de la Asamblea General de 1960(1), pero sólo para los países en vías de desarrollo. Más recientemente, en el marco de la "intervención preventiva" auspiciada por Estados Unidos y Reino Unido, la ONU ha adoptado el principio de la "responsabilidad de proteger": el derecho a intervenir si un Estado no puede o no está dispuesto a proteger a su población. Aunque la reticencia a intervenir sigue siendo el principio legal director. Esto, unido a la falta de predisposición tanto del Frente Polisario (respaldado por Argelia) como de Marruecos para llegar a un acuerdo, ha molestado cada vez más al Consejo de Seguridad, cuya actuación se limita a renovar el mandato de la MINURSO cada seis meses.

De hecho, como el rey Hassán afirmó, todo lo que Marruecos quiere es "el sello y la bandera", los símbolos clásicos de la soberanía. Aunque eso mismo, básicamente, es justo a lo que aspira el Frente Polisario. El resto es negociable, de ahí las insistentes propuestas marroquíes de autonomía interna y el fracaso de las iniciativas impulsadas por la ONU, como ha sido el caso de los dos planes propuestos por James Baker cuando fue Enviado especial dela ONU en la región (1997-2004). De ahí, también, el fracaso de las cuatro rondas de negociaciones cara a cara organizadas por la ONU en Manhasset entre enero de 2007 y marzo de 2008, con las consiguientes declaraciones desesperadas del Enviado especial, Peter van Walsum, relativas a que "la independencia total del Sáhara Occidental no es una opción realista", comentario que le condenó a que, el mes de agosto de 2008, no se le renovara el cargo.

Pero el Sáhara Occidental no es un problema exclusivo de Marruecos y del Frente Polisario; hay al menos dos cuestiones que influyen en sus consecuencias. Una es la tirante relación entre Marruecos y Argelia. Rabat es consciente de su tradición milenaria de Estado en el norte de África y está resentida por cómo Francia estableció sus fronteras durante el período colonial.

Por otra parte, Argel ha edificado su reputación internacional a partir de su legitimidad revolucionaria, fruto de su guerra de liberación frente a la ocupación francesa entre 1954 y 1962; y de su papel destacado dentro del Movimiento de Países No Alineados en los años 1970. La autodeterminación siempre ha sido, según Argel, el camino para legitimar la categoría de Estado independiente y siempre ha rebatido las afirmaciones marroquíes de liderazgo regional, de ahí la Guerra de las Arenas de 1963. Huari Bumedién, el carismático presidente argelino de los años 1970, siempre buscó la unidad regional mediante la construcción de un "Magreb de los pueblos", en lugar de un "Magreb de los Estados", que él consideraba una visión marroquí.

En 1975, fue Argelia, junto con Libia, la que apoyó al Frente Polisario, aunque después Libia desistiera. Y cuando Argelia trató de hacer real su visión de unidad regional, a través del Tratado de Fraternidad y Concordia en 1984, se excluyó a Marruecos a causa de la cuestión del Sáhara Occidental, por lo que éste reaccionó con su propia Unión Árabe-Africana, con Libia -por entonces apartado de la visión argelina- como socio. Esta iniciativa sólo duró dos años, pero hizo ver que Argelia no era la única que tenía pretensiones de liderazgo regional. Después , en 1989, Marruecos abrió el camino a otra visión regional: la de la Unión del Magreb Árabe, pero las tensiones entre Rabat y Argel en los años 1990, unidas a la irritación libia por la falta de apoyo norteafricano al caso de Lockerbie (2), condujeron a su suspensión.

De modo que la disputa del Sáhara Occidental se ha convertido en una discrepancia de gran alcance entre los dos principales Estados norteafricanos respecto a la hegemonía regional. De ahí que el rey Mohammed VI se sienta cada vez más molesto con Argelia por su negativa a aceptar sus planes de autonomía para el Sáhara Occidental y por mantener cerrada la frontera entre los dos países. Al mismo tiempo, el presidente Abdelaziz Buteflika, quien fue Ministro de Asuntos Exteriores de Argelia cuando estalló la cuestión del Sáhara, no ve razón alguna para abandonar su apoyo al Frente Polisario y a la autodeterminación.

Ninguno de los dos actúa dentro de un vacío diplomático. Marruecos, tradicional baluarte prooccidental en el norte de África y en el mundo árabe, especialmente durante la Guerra Fría, seha beneficiado históricamente del apoyo estadounidense y europeo. Es cierto que la cuestión del Sáhara Occidental creó algún malestar, pero salvo reticencias iniciales por parte de la Administración de James Carter en los años 1970 y de la España de sus inicios democráticos, los Estados europeos propenden a que se busque una solución intermedia y se han inclinado por las prioridades marroquíes. Esto ha causado alguna complicación en la política pesquera europea y, en 2002, el asesor legal de la ONU tuvo que dictaminar que un contrato de exploración petrolera fuera ilegal porque el Sáhara Occidental era todavía, para la ONU, un "territorio autónomo", tal y como fue definido en 1963 cuando se le asignó a España el poder administrativo, un derecho que Madrid cedió a Marruecos y Mauritania en 1976.


MANIFESTACIONES CONTRA RABAT

Sin embargo, Francia y, últimamente, España han intentado persuadir a otros países de que aceptaran los argumentos de Marruecos a favor de la autonomía del Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí. El Frente Polisario ha luchado por conseguir apoyo diplomático para la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que, con 125.000 refugiados en el exilio, está protegida, desde 1975, en territorio argelino, cerca de la ciudad de Tindouf. Hubo una época en que hasta 73 Estados lo reconocieron, pero sólo uno de ellos -la antigua Yogoslavia- era europeo. De todas formas, el país verdaderamente crucial es EE.UU, debido a la presión diplomática que hubiera podido ejercer sobre los dos protagonistas claves y por el papel que desempeñaba en la ONU; pero Washington ha sido un leal partidario de Rabat durante los últimos treinta años.

En la psada década ese apoyo ha sido menos firme. Después de todo, la Guerra Fría terminó y la fidelidad de las alianzas se ha mitigado. En segundo lugar, Argelia ha asumido la reducción de la influencia del Movimiento de Países No Alineados y la emergencia de una hegemonía de Estados Unidos, especialmente desde el 11 de septiembre de 2001 y el inicio de la "guerra contra el terrorismo". Durante la larga presidencia de Abdelaziz Buteflika, Argel ha reconstruido su reputación internacional y ha mejorado sus relaciones con EE.UU, en especial con respecto al enfoque compartido sobre terrorismo. Asismismo, Washington se ha sentido molesto por el fracaso de la misión de James Baker destinada a buscar una solución a la cuestión del Sáhara Occidental.

Marruecos parece darse cuenta de que el tiempo es primordial; de ahí la presión que ejerce sobre Argelia para que acepte un compromiso que otorgue a Rabat la soberanía a costa de una amplia autonomía interna. También es consciente de que la actitud dentro del Sáhara Occidental es cada día más reacia a la anexión, tal y como se deduce de las constantes manifestaciones y detenciones (3). Pero Mohammed VI no puede, por razones de apoyo doméstico, abandonar la exigencia de reconocimiento de su anexión soberana (4). De hecho, Rabat cree que su objetivo estaría próximo simplemente con que se mantuviera el respaldo internacional. Pero Argelia sigue siendo el escollo que podría provocar el naufragio; y hay noticias de que la Administración de Obama podría revaluar sus políticas y sus alianzas en el Norte de África. ¡¡Y eso bien podría suponer un desastre para Marruecos!!.


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(1) De forma bastante irónica, Marruecos ha recurrido al párrafo 6 de la resolución, que niega la autodeterminación si se altera la integridad precolonial de un Estado, para así justificar su reivindicación sobre el Sáhara Occidental. De hecho, la excepción estaba destinada únicamente a ser aplicada en pequeños enclaves separados por la práctica colonialista.

(2) Atentado terrorista contra un avión mientras sobrevolaba Lockerbie en 1988. Causó 270 víctimas mortales. Dos libios fueron acusados, pero Libia rechazó su extradición. La ONU estableció sanciones contra Libia que se levantaron en 2003 tras extraditar a los acusados, indemnizar a las víctimas y aceptar la responsabilidad en el atentado.

(3) Véase Human Rights Watch, Human rights in the Western Sahara and the Tindouf refugee camps, Nueva York (diciembre de 2008).

(4) La situación marroquí es un muy buen ejemplo de lo que los teóricos llaman "sunk cost effect" (efecto de costo hundido): los consumidores se sienten obligados a usar los productos por los que han pagado, a fin de evitar la sensación de que malgastaron su dinero. Rabat ha invertido tanto capital -moral y diplomático, así como financiero- en el Sáhara Occidental que existe la convicción de que el éxito sólo es posible mediante una mayor inversión......

*Profesor de Relaciones Internacionales de Próximo Oriente y el norte de África, Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Cambridge (Reino Unido)

domingo, 18 de enero de 2009

ESPÍAS DE MARRUECOS EN ESPAÑA: RABAT UTILIZA A SUS EMIGRANTES COMO INFORMADORES

Antonio Luque (Periodista)
LE MONDE diplomatique. Enero 2009

A través de sus nacionales emigrantes, Marruecos, país tan próximo y a la vez tan lejano, está metiendo a sus servicios secretos, como un caballo de Troya, en territorio europeo con un doble propósito: por un lado, vigilar a sus propios emigrantes establecidos en Europa; por el otro, obtener de primera mano información sobre las sociedades europeas. La información es poder. Y los servicios de inteligencia del Reino alauí se han lanzado a conseguir dicho poder. Cosa que ha hecho saltar las alarmas de los países europeos en los que reside una importante comunidad marroquí, caso precisamente de España.
El espionaje exterior de Marruecos, conocido por sus siglas DGED[1] y dirigido por Mohamed-Yassis Mansouri, un civil, amigo del propio rey Mohamed VI, viene aumentando su presencia en la Unión Europea, donde actúa como interlocutor privilegiado del Gobierno de Rabat, por encima incluso de sus representaciones diplomáticas y en conflicto, a veces, con ellas.
Según algunas fuentes, los servicios europeos de inteligencia presentes en Marruecos (incluido el CNI español)[2] habrían “informado a sus gobiernos respectivos de la tendencia del espionaje marroquí a penetrar en medios religiosos y comunitarios”[3]. Sin embargo, el Ministerio español de Asuntos Exteriores que dirige Miguel Ángel Moratinos se limita a hacer la vista gorda, a la espera de que ocurra algún acontecimiento. En contraste con la actitud que tuvieron las autoridades de Rabat durante la crisis de Perejil, en julio de 2002, durante el segundo mandato de José María Aznar, cuando lanzaban acusaciones contra periodistas españoles acreditados allí, tachándolos de “espías de Madrid”. En la actualidad, el servicio de inteligencia alauí alecciona abiertamente a sus imanes y consejeros espirituales en España, y las autoridades de Madrid permanecen mudas.
De manera muy diferente ha reaccionado, por ejemplo, el Gobierno italiano. Alrededor de una cincuentena de imanes marroquíes que ejercen en mezquitas de Italia y que habían participado, en noviembre de 2008, (junto con otros noventa que actúan en España) en un seminario organizado oficialmente por el Ministerio de Asuntos Religiosos[4], pero en realidad concebido por los servicios de Yassin Mansouri en Marrakech, fueron interrogados por las autoridades transalpinas a su regreso de Marruecos.
De los casi setecientos mil musulmanes que residen en Italia, cerca de un tercio es marroquí y, a pesar de que el régimen de Rabat ha creado en 2005, a base de subvenciones millonarias, una Confederación de la Comunidad Marroquí en Italia (http://www.maroc.it/), con el objeto de frenar el crecimiento del radicalismo islamista en el seno de esa comunidad, los imanes resisten las presiones de los servicios marroquíes de inteligencia, prefiriendo establecer buenas con las autoridades de Roma, en aras de una mejor integración de sus compatriotas.
EN BÉLGICA, HOLANDA Y FRANCIA TAMBIÉN

También en Bélgica, en diciembre de 2008, la prensa[5] se hizo eco de las declaraciones del jefe de los Servicios de Inteligencia belgas (la Sûreté), Alain Winants, según las cuales se le había pedido al Gobierno de Marruecos que retirara “inmediatamente a tres funcionarios de los servicios secretos de Rabat presentes en Bélgica”, los cuales presuntamente realizaban sus actividades de espionaje bajo la capa protectora del estatuto diplomático. El diario De Morgen, de lengua flamenca, dando cuenta de una reunión parlamentaria, en principio secreta, reveló en su edición del 20 de noviembre de 2008 que Marruecos viene ignorando la petición belga desde hace ya más de seis meses, por lo que la seguridad de Bruselas “ha decidido suspender todo contacto con la Dirección General de Estudios y Documentación marroquí (DGED)[6]. Las fricciones entre ambos países comenzaron en el momento de la detención, el 18 de febrero de 2008 en Casablanca, del ciudadano belga de origen marroquí Abdelkader Beliraj, acusado de haber cometido seis asesinatos en Bélgica y que está siendo juzgado en Marruecos “por constitución de una red terrorista” cuyas ramificaciones al parecer conducen a los propios servicios de inteligencia de dichos Estados, de los que sería un agente doble[7].
En el país vecino, Holanda, la comunidad marroquí ha reaccionado airadamente contra el viaje de cuarenta imanes y hombres de religión a Marruecos a asistir a una conferencia de adoctrinamiento, donde los servicios de espionaje de Rabat han impartido directrices para enseñarles a actuar y a obtener información en su país de residencia. Constituye una injerencia del régimen alauí contra la libertad religiosa en Holanda, como ha declarado la Asociación de Marroquíes en los Países neerlandófonos: “Nuestra comunidad en Holanda –afirma la Asociación en un comunicado- es capaz, por sí sola, de interpretar las textos sagrados, sin ayuda de funcionarios de Mohamed VI”[8]. Sospechan que Rabat utiliza el miedo al extremismo religioso como excusa para manipular a la comunidad de emigrantes.
Antes de invitar a los líderes religiosos a desplazarse a Marruecos, las autoridades magrebíes enviaron a un grupo de funcionarios a Holanda para mantener “un encuentro de carácter religioso” con los musulmanes emigrados de origen marroquí, pero la mayoría de imanes presentes abandonó la reunión, temiendo ser manipulados: Rabat procedió entonces a invitar a un grupo seleccionado a viajar a Marruecos.
Por otra parte, un informe del AIVD, el servicio secreto holandés, reveló que algunos de sus agentes pasaban información confidencial a la DGED, el espionaje exterior marroquí. El Gobierno holandés protestó ante el marroquí y éste repatrió a dos agentes suyos, acreditados como diplomáticos en La Haya, quienes habían reclutado, entre otros, a un sargento de la policía holandesa, Redouane Lemhaouli, de 38 años, de origen marroquí. Lemhaouli suministraba, aparentemente, al Gobierno de Marruecos información sobre sus emigrantes en los Países Bajos a la que tenía acceso como policía. “Rabat está empeñada en vigilar y someter a la comunidad marroquí establecida en el extranjero”, escribió el diario electrónico marroquí de lengua árabe Hespress. “Antes, durante la guerra fría, lo hacía para luchar contra la infiltración marxista; ahora contra el islamismo”[9].
El caso de Francia es bastante diferente, porque existen desde hace tiempo unas relaciones muy estrechas y una tradición de colaboración entre los servicios secretos franceses y marroquíes. Además, hay también una vieja tradición de entendimiento entre ambos gobiernos. Los emigrantes marroquíes organizados en el seno de la Reagrupación de Musulmanes de Francia (RMF), organismo controlado por las autoridades de Rabat, obtuvo un poco más del 43% de votos en las elecciones de junio de 2008 para renovar el Consejo Francés del Culto musulmán (CFCM), y por consiguiente se hicieron con el mando de este organismo mediador entre la comunidad inmigrante y el Gobierno de París. Por lo que las autoridades galas hace oídos sordos a las denuncias de “injerencia de los espías marroquíes” en el Hexágono.
En varios países europeos preocupa la infiltración de eventuales espías marroquíes en el seno de las fuerzas armadas. Las autoridades de Rabat quisieran poder detectar a los hijos de emigrantes marroquíes, simpatizantes de las tesis islamistas violentas, que tuvieses la tentación, al ser ciudadanos europeos, de entrenarse en el seno de las fuerzas armadas mientras hacen el servicio militar. Los hombres de la DGED temen que, por medio de este quinto columnismo, futuros terroristas se alisten en el ejército, para completar su formación en el uso de armas y de tácticas militares.
MI APORTACIÓN A LO QUE, A MI PARECER, ESTE ARTÍCULO SE DEJA ATRÁS Y NO MENCIONA
Isabel Galeote
La mezcla existente en Marruecos entre lo político, la seguridad y lo religioso, controlado todo por el Sultán, Mohamed VI, ilustra muy bien las reacciones de muchos “súbditos” que no “ciudadanos” marroquíes, cuando son capaces de tener una actitud crítica ante la situación que viven en su propio país, pero que se cierran en banda al tiempo que se les cambia el semblante de manera sombría, cuando se les menciona a “su rey” o “al majzen” que es una palabra árabe de donde deriva la palabra española “almacén”. El majzen indicaba los arcones o baúles donde los reyes guardaban los impuestos arrancados al pueblo. Hoy en día se refiere al entramado que rodea al rey, aunque “majzen” también hace referencia a un sistema de gobierno, a una forma de poder donde no están exentas las mentiras, trampas, subterfugios, traiciones………. No debemos olvidar que la Constitución del Reino de Marruecos señala que el monarca no sólo es Jefe de Estado, sino comendador o Jefe Espiritual, que es lo mismo, de sus súbditos. De ahí quizás que nos sorprenda ver cómo sus súbditos acatan cualquier tontería que diga o haga el Sultán, por exagerada que ésta sea, o incluso que justifiquen sus desmanes, despropósitos y tiranía. Por otro lado, las leyes marroquíes impiden a sus súbditos perder la nacionalidad, por lo que el régimen dispone siempre de un medio de presión sobre ellos. Para ser más gráfica, aunque una persona marroquí haya adquirido otra nacionalidad y por lo tanto otro pasaporte, Marruecos no se lo reconoce, por lo tanto, la obligación de entregar el pasaporte marroquí en el consulado de su país que más a mano tengan, no la suelen llevar a cabo, siempre guardan un pasaporte marroquí que utilizan en sus viajes a su país

El escritor granadino Fernando Guijarro nos recomienda especialmente, si manejamos la lengua francesa, buscar las obras del francés ya fallecido Rémy Leveau: “Le sabre et le turban”, y “Le fellah marocain, défenseur du thrône”. En ellas se puede comprobar cómo Hassan II, padre del actual rey de Marruecos, organizaba su Corte y la pirámide de poder, en la que él ostentaba todas las atribuciones, absolutamente todas. Es también muy útil, cuando se consigue encontrar, leer el libro de John Waterbury “Le commandeur des croyants. La monarchie marocaine et son élite”. P.U.F., Paris 1975. Ahí, este investigador norteamericano indicaba que “la corrupción en Marruecos viene siempre desde arriba, y se inicia en lo más alto de la pirámide del poder”. Es decir, tiene su origen en el mismo rey. Este dato es importante no olvidarlo cuando hablemos de todo lo que tiene que ver con Marruecos. Cualquier análisis sociopolítico o de otra índole que pretendamos llevar a cabo sobre este país, ha de pasar, irremediablemente y mientras no cambie la situación por las telarañas entretejidas por el rey y el majzen.

A partir de ahí, es bueno sacar a la luz pública que Mohamed VI dispone de espías y de chivatos no sólo en España, sino allí donde hay inmigrantes marroquíes. Se comenta que alrededor de un 30% de los inmigrantes marroquíes tienen que ver de una forma u otra con el servicio de inteligencia de su país. Pero es importante no olvidar que también despliega una ingente cantidad de espías y chivatos allá donde la causa saharaui goza de poyo. No se sabe muy bien qué tipo de “trabajo” desempeñan todos estos espías, de los que también forman parte los periodistas de la Agencia Oficial de Prensa marroquí MAP, pero de lo que sí se puede tener certeza es que la prioridad para ellos no es tanto el asunto del islamismo radical y lo relacionado con el terrorismo islámico, como nos quieren hacer creer, sino que quizás les importe mucho más recopilar datos sobre los grupos oprimidos por los alauitas como el movimiento reivindicativo de los bereberes y el movimiento de liberación del Sahara Ocupado formado por su legítimo dueño: el Pueblo Saharaui.

Es bueno recordar pues que en España, la presencia de los servicios secretos y sus colaboradores es constante, es más, no estaría de más pararse a analizar, al menos, por qué numerosos españoles han recibido condecoraciones por parte de la dictadura marroquí, como empresarios, periodistas, políticos y diplomáticos. Yo intentaría que determinados “progres del mundo”, que no "proletarios del mundo" como Felipe González, tuvieran en cuenta que el paraíso que han encontrado y consideran en Marruecos es un estado policial, que primero expulsa a millones de sus súbditos a los que no puede ni alimentar, a pesar de las grandes fortunas que poseen el Rey y miembros de su séquito, para controlarlos después en el extranjero a fin de que no envenenen a sus compatriotas con opiniones perversas pero reales sobre el sultán y el régimen en el que viven.
[1] Dirección General de Estudios y Documentación.
[2] Centro Nacional de Inteligencia.
[3] Léase, Pedro Canales “Los servicios secretos de Mohamed VI quieren controlar la emigración”, El Imparcial, Madrid, 25 de noviembre de 2008.
[4] “Des imams d’Espagne et d’Italie veulent promouvouir un Islam tolerante”, noticia de la agencia AFP, difundida por radio Med1 el 9 de noviembre de 2008.
[5] Consultar, por ejemplo, el sitio www.telquel-online.com/349/maroc3_349.shtml
[6] www.lalibre.be/actu/belgique/article/461517/armand-de-decker-scandaleux-et-inacceptable.html
[7] Aujourd’hui Le Maroc, Casablanca, 29 de febrero de 2008
[8] Pedro Canales, op.cit.
[9] El País, Madrid, 23 de septiembre de 2008. Ver también la noticia de AFP del 19 de septiembre de 2008

sábado, 10 de enero de 2009

DOCE REGLAS INFALIBLES PARA LA REDACCIÓN DE NOTICIAS SOBRE ORIENTE PRÓXIMO EN LOS GRANDES MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Nuestro amigo y colaborador Emir Sader nos hizo llegar este texto anónimo, enviado en francés al blog que Emir mantiene en la publicación brasileña Carta Maior.
1) En Oriente Próximo son siempre los árabes quienes atacan primero, y siempre es Israel quien se defiende. Esa defensa se llama "represalia".2) Ni árabes, ni palestinos ni libaneses tienen derecho a matar civiles. A eso se le llama "terrorismo".3) Israel tiene derecho a matar civiles. Eso se llama "legítima defensa".4) Cuando Israel mata civiles en masa, las potencias occidentales piden que lo haga con mayor comedimiento. Eso se llama "reacción de la comunidad internacional".5) Ni palestinos ni libaneses tienen derecho a capturar soldados israelíes dentro de instalaciones militares con centinelas y puestos de combate. A eso hay que llamarlo "secuestro de personas indefensas".6) Israel tiene derecho a secuestrar a cualquiera hora y en cualquier lugar a cuantos palestinos y libaneses se le antoje. Su cifra actual ronda los 10 mil, 300 de los cuales son niños y mil, mujeres. No se precisa prueba alguna de culpabilidad. Israel tiene derecho a mantener secuestrados presos indefinidamente, ya sean autoridades democráticamente elegidas por los palestinos. A eso se le llama "encarcelamiento de terroristas".7) Cuando se menciona la palabra "Hezbollah", es obligatorio añadir en la misma frase "apoyados y financiados por Siria y por Irán".8) Cuando se menciona "Israel", está terminantemente prohibido añadir: "apoyados y financiados por los EEUU". Eso podría dar la impresión de que el conflicto es desigual y de que la existencia de Israel no corre peligro.9) En informaciones sobre Israel, hay que evitar siempre que aparezcan las siguientes locuciones: "Territorios ocupados", "Resoluciones de la ONU", "Violaciones de los Derechos Humanos" y "Convención de Ginebra".10) Los palestinos, lo mismo que los libaneses, son siempre "cobardes" que se esconden entre una población civil que "no los quiere". Si duermen en casa con sus familias, eso tiene un nombre: "cobardía". Israel tiene derecho a aniquilar con bombas y misiles los barrios donde duermen. A eso se le llama "acción quirúrgica de alta precisión".11) Los israelíes hablan mejor inglés, francés, castellano o portugués que los árabes. Por eso merecen ser entrevistados con mayor frecuencia y tener más oportunidades que los árabes para explicar al gran público las presentes reglas de redacción (de la 1 a la 10). A eso se le llama "neutralidad periodística".12) Todas las personas que no están de acuerdo con las sobredichas Reglas, son, y así debe hacerse constar, "terroristas antisemitas de alta peligrosidad".
Traducción para www.sinpermiso.info: Leonor Març
4 de enero de 2009

GAZA: CRIMEN Y VERGÜENZA


No es una guerra, no hay ejércitos enfrentados. Es una matanza.No es una represalia, no son los cohetes artesanales que han vuelto a caer sobre territorio israelí sino la proximidad de la campaña electoral lo que desencadena el ataque. No es la respuesta al fin de la tregua, porque durante el tiempo en el que la tregua estuvo vigente el ejército israelí ha endurecido aún más el bloqueo sobre Gaza y no ha cesado de llevar a cabo mortíferas operaciones con la cínica justificación de que su objetivo eran miembros de Hamas. ¿Acaso ser miembro de Hamás despoja de condición humana al cuerpo desmembrado por el impacto del misil y al supuesto asesinato selectivo de su condición de asesinato sin más?. No es un estallido de violencia. Es una ofensiva planificada y anunciada hace tiempo por la potencia ocupante. Un paso más en la estrategia de aniquilación de la voluntad de resistencia de la población palestina sometida al infierno cotidiano de la ocupación en Cisjordania y en Gaza a un asedio por hambre cuyo último episodio es la carnicería que en estos días asoma en las pantallas de nuestros televisores en medio de amables y festivos mensajes navideños. No es un fracaso de la diplomacia internacional. Es una prueba más de complicidad con el ocupante. Y no se trata sólo de Estados Unidos que no es referencia moral ni política sino parte, la parte israelí, en el conflicto; se trata de Europa, de la decepcionante debilidad, ambigüedad, hipocresía, de la diplomacia europea. Lo más escandaloso de lo que está pasando en Gaza es que puede pasar sin que pase nada. La impunidad de Israel no se cuestiona. La violación continuada de la legalidad internacional, los términos de la Convención de Ginebra y las mínimas normas de humanidad, no tiene consecuencias. Más bien, al contrario, parece que se premia con acuerdos comerciales preferentes o propuestas para el ingreso de Israel en la OCSE. Y qué obscenas resultan las frases de algunos políticos repartiendo responsabilidades a partes iguales entre el ocupante y el ocupado, entre el que asedia y el asediado, entre el verdugo y la víctima. Qué indecente la pretendida equidistancia que equipara al oprimido con su opresor. El lenguaje no es inocente. Las palabras no matan pero ayudan a justificar el crimen. Y a perpetuarlo. En Gaza se está perpetrando un crimen. Lleva tiempo perpetrándose ante los ojos del mundo. Y nadie podrá decir, como en otro tiempo se dijo en Europa, que no sabíamos.
Teresa Aranguren, Pedro Martínez Montávez, Rosa Regás, José Saramago, Pilar del Río, Cármen Ruiz Bravo, Belén Gopegui, Constantino Bértolo, Santiago Alba
3 enero 2009

martes, 6 de enero de 2009

LAS VÍCTIMAS DEL GHETTO DE VARSOVIA SE HAN CONVERTIDO EN VERDUGOS Y REPRODUCEN SU EXPERIENCIA EN GAZA CON LA COMPLICIDAD DEL MUNDO, INCLUIDO ESPAÑA

Alberto Arce (RTVE. Madrid) escribía el 19-12-08 un artículo en apoyo del movimiento freegaza.org, recogido por varios medios de difusión en el que avisaba de lo inminente del conflicto. DECÍA ASÍ: “Más de un millón y medio de personas no tiene acceso al agua potable en condiciones de salubridad aceptables, ni a las medicinas que la Organización Mundial de la Salud señalan como básicas para cualquier hospital que quiera trabajar con garantías. Tampoco pueden encender la luz apretando el interruptor de la pared porque no hay flujo de electricidad estable, ni tomar un taxi para visitar a su familia porque no hay gasolina. Además, pasan hambre. Más de la mitad de la población de Gaza depende de la ayuda facilitada por la UNRWA. Las agencias de Naciones Unidas denuncian con cada vez menos tapujos que no pueden enviar suministros de bienes de primera necesidad como harina o leche a sus legítimos receptores.
Todo esto no sucede por que un tsunami se haya abalanzado sobre el territorio. Ni por un terremoto. Ha sido provocado por la acción del ser humano. Por una decisión fría y consciente del gobierno del Estado de Israel. El Estado de Israel ha convertido Gaza en la mayor cárcel al aire libre del mundo, aplicando un castigo colectivo medieval, inhumano e ilegal sobre la población civil que viola las Convenciones de Ginebra y convierte a quienes lo aplican en criminales de guerra. La idea de que las víctimas del ghetto de Varsovia se conviertan en verdugos y reproduzcan en Gaza el ghetto en el que los nazis les encerraron a ellos -que a mi generación se nos ha relatado y relata reiteradamente bajo el lema de “nunca más” o “conocer la historia para no repetirla”- requiere de una acción directa y decidida que contribuya a ponerle fin a esta situación. Las deportaciones, los pogroms y los campos de concentración se están repitiendo ante nuestros ojos y nosotros preferimos mirar hacia otro lado. Ya no valdrá decir ” no sabíamos lo que estaba pasando”.
Si el régimen israelí, definido como un régimen de “Apartheid, colonialismo y ocupación beligerante” por las organizaciones de la sociedad civil palestina en un documento que ha recibido el apoyo de un centenar de organizaciones de la sociedad civil europea [1] , continúa en su actitud genocida, tenemos que dar un paso y señalar no sólo al delincuente sino a sus cómplices. A quienes permiten, con su silencio pasivo, que la población palestina viva encerrada en Cisjordania en bantustanes similares a los que el régimen de Sudáfrica creó para su población negra y en Gaza en una cárcel medieval del peor tipo.
Nuestros gobiernos son cómplices de la situación, manteniendo relaciones privilegiadas con el régimen de Israel, permitiendo que el apartheid se beneficie de facilidades económicas, comerciales, educativas, culturales y políticas que se pagan con nuestros impuestos. Poniendo presión sobre el mundo árabe-musulmán para que modifique sus tradiciones y decisiones políticas, generando visiones cada vez más prepotentes y coloniales sobre los habitantes de Oriente Medio, violando los principios más básicos de la democracia al no reconocer los resultados de elecciones que ellos mismos pagan y organizan, sonriendo y festejando junto a los criminales de guerra israelíes.
Lamentablemente y como es fácil entender, limitarse a continuar enviando medicamentos y comida a quien lo necesita mientras no se dan los pasos políticos para revertir la situación que genera su estado de necesidad comienza a oler realmente mal. Puede comenzar a comprenderse una imagen horrible: nuestros gobiernos, alimentando y mirando hacia otro lado, serían un asunto de quien entraba en los campos nazis para alimentar a los prisioneros pero negándose a denunciar lo que les sucedía a esos prisioneros después de comer sus míseras raciones de sopa. Cuando nuestros gobiernos se niegan a romper lazos con Israel, a adoptar sanciones contra su comportamiento, a actuar en defensa de los derechos humanos, tenemos que afirmar con rotundidad y avisarles: son cómplices. Me avergüenzo de ellos. Me avergüenzo de mi Presidente, Señor Zapatero, que reiteró en multitud de ocasiones, tras la retirada de nuestras tropas de Irak que “España lo hace en defensa de la legalidad internacional” y de nuestro Ministro Moratinos, más culpable aún tras los largos años en que ejerció de enviado espacial de la UE para Oriente Medio. El señor Zapatero y el señor Moratinos apoyan la ocupación israelí de Palestina y el crimen de guerra que se comete en Gaza con su silencio cómplice. Dar dinero a la población palestina no es suficiente. A lo largo de diversas reuniones con responsables políticos y de la administración española, siempre hemos recibido la misma respuesta: estamos ayudando, estamos incluso incrementando las aportaciones economicas a los palestinos y las palestinas. No es suficiente. Hace poco, la responsable de una ONG española en Palestina me decÍa que desde agosto no habian podido entrar en Gaza. Hace varios meses, el conjunto de organizaciones no gubernamentales de desarrollo que allí trabajan publicó un comunicado explicando que la situación era límite y no podían desarrollarse los programas de cooperación debido al bloqueo israelí. La respuesta ha sido continuar enviando dinero. Escribiendo proyectos y recibiendo mas dinero. Pero la cooperacion al desarrollo ya no es suficiente en Gaza. La situación no hace más que empeorar. ¿Hasta cuando se va a esperar? Es la hora de la denuncia. De romper el bloqueo. De la acción directa. Los palestinos no piden ayuda humanitaria, piden justicia. Y se les da ayuda humanitaria respondiéndoles que la denuncia política no esta al alcance de las organizaciones de la sociedad civil. Que es mejor no poner en riesgo la capacidad de trabajo. ¿De qué capacidad de trabajo se habla? ¿de la del negocio o de la auténtica solidaridad internacional por la justicia? Sabemos lo que sucede y lo que va a suceder si no se ponen los medios para evitarlo. De nada servirá llegar corriendo y tarde con toneladas de ayuda humanitaria cuando el desastre nos explote en la cara porque ahora es cuando debe y puede evitarse. Y no se mueve un dedo por evitarlo. Evitarlo significa pasar a la acción. Poner a nuestro gobierno contra las cuerdas. Presionarle. Y si quienes conocen la situación, eligen el silencio, ¿que nos queda? Continuar pidiendole coordinaciones a Israel para entrar en Gaza es vergonzoso. Recibir negativas por respuesta durante meses y, cuando se pone encima de la mesa el modo de saltarse las negativas, en barco, via Chipre, negarse a aceptarla se convierte en connivencia con la situación de bloqueo. ¿Queréis entrar en Gaza? Subíos a los barcos. ¿Quereis enviar ayuda a Gaza? enviadla a través de los barcos. Funcionan y está demostrado. Entran y salen. Auto-organizados desde la sociedad civil, sin coordinación israelí. Lamentablemente hay personas y grupos que no tienen como objetivo real realizar envíos a Gaza o acercarse a comprobar la situación. Prefieren no alienar su coordinación con Israel, con quien mantiene el bloqueo. Si tras 60 años de ocupación, nadie ha sido capaz de poner fin a la vergüenza, es necesario reaccionar. La sociedad palestina y un movimiento creciente de organizaciones de todo el mundo, han lanzando la campaña por el Boicot, Desinversiones y Sanciones contra el Estado de Israel [2] . Fui testigo del encuentro en el que el Comité Palestino de BDS a Israel nos explicó a las organizaciones de solidaridad reunidas en Bilbao sus motivos, argumentos y estrategias [3] . Creo firmemente que el Boicot al Estado de Israel, triunfará, como triunfó en su día el Boicot a la Sudáfrica del Apartheid. Y junto a dicha campaña de sensibilización, presión e incidencia política que comienza, firme y constante, es necesario, mantener sin pausa el activismo sobre el terreno en la propia Palestina. Romper el bloqueo a Gaza por mar a través del freegaza
Por eso es necesario subirse al barco. Porque los activistas del Free Gaza representan, en mi opinión, el espíritu de aquellos que en 1936 consideraron que lo que sucedía en España era problema de todos y que si la República Española caía, caía Europa, como acabó por suceder. Cae Palestina, y todos nos caemos un poco. Es solo un principio, que lleva comenzando 60 años en Palestina y mas de 5 años en Irak. Con millones de muertos y refugiados. Los ciudadanos y las ciudadanas que deciden actuar por su cuenta, auto-organizándose y pisando el terreno junto a la población palestina constituyen -salvando el tiempo y las diferencias estratégicas y éticas que requieren de nosotros, en estos momentos, de una acción estrictamente noviolenta- un ejemplo a seguir que a través de su acción continuada, deja en ridículo las palabras vacías de nuestros gobiernos. Es momento de regresar al origen, al motivo real por el cual se crearon las organizaciones y movimientos de solidaridad y cooperación que durante años fueron ejemplo continuo y firme, de lo que un gran activista israelí, Michael Warsavsky, define como “el triángulo de la resistencia: palestinos y palestinas, israelíes anticoloniales e internacionales de todos los orígenes” que plantan cara sobre el terreno a la ocupación israelí de Palestina. Es necesario finalizar la epoca de la sofisticada consultoría y regresar a la de la solidaridad.
El bloqueo a Gaza es, en este momento y en este lugar, el crimen concreto contra el que podemos luchar. Que un grupo de activistas se organicen y rompan el bloqueo, introduciendo y sacando personas y mercancías constituye un mensaje absolutamente poderoso. Si los activistas pueden, las organizaciones pueden, tanto las gubernamentales como las no gubernamentales. Si no lo hacen, por algo será. Que lo expliquen. Los activistas nos acercamos con un enfoque basado en la defensa de los derechos humanos más fundamentales. Israel los viola. Israel debe cambiar. El sistema de señores y esclavos que se mantiene allí con nuestro apoyo occidental, debe ser derribado, paso a paso, empujón a empujón, como cayó la ocupación francesa de Argelia, como cayó el régimen del General Pinochet o la Junta militar Argentina. Como cayó la Sudáfrica de la supremacía blanca. Israel no puede ser tratado de modo diferente a como se trató a esos regímenes. Para luchar contra ese estado fascista. Por eso invito a todos y a todas a que suban también a los barcos del Free Gaza. Auqnue suponga poner en peligro la coordinación con Israel. Porque la coordinación con quien bloquea, y su aceptación, acabarán por volverse contra quienes la aceptan.”

DESMONTANDO LOS TÓPICOS DE GAZA



Jóvenes palestinos lanzan piedras a soldados israelíes en Hebrón en protesta por los bombardeos.
(Foto: EFE)


Algunas ideas erróneas que se repiten: Hamas tomó el poder por la fuerza
El bloqueo económico fue impuesto tras el 'golpe de Estado' de Hamas
La culpa de la ofensiva es de Hamas por seguir lanzando cohetes
Israel se defiende de la ofensiva palestina
Se trata de un ataque contra la infraestructura terrorista de Hamas

MÓNICA G. PRIETO (*)
BEIRUT.- Ver la cobertura de los acontecimientos en Gaza en los canales de televisión árabes y en los occidentales es como asomarse a dos mundos diferentes. Influidos por la corriente de opinión promovida por la Administración de Washington, próxima a Israel, los medios europeos y estadounidenses han asumido medias verdades como hechos, ignorando la situación global en la Franja y muchos de los recientes acontecimientos políticos imprescindibles para comprender qué está ocurriendo.
Para entender el masivo movimiento de solidaridad que se está viviendo en los países musulmanes hacia Gaza es necesario contextualizar los hechos y desmontar algunos de los tópicos. Estos son algunos ejemplos.

HAMAS TOMÓ EL PODER POR LA FUERZA EN 2007

En realidad, el Movimiento de Resistencia Islámica accedió al poder en enero de 2006 tras obtener el respaldo del 65% de los palestinos en las elecciones celebradas entonces, en una victoria masiva que sorprendió dentro y fuera de los territorios ocupados.
La supervisión internacional reveló que no se habían producido irregularidades, pero el Cuarteto (EEUU, la UE, Rusia y la ONU) congeló sus ayudas para los palestinos con el pretendido objetivo de obligar a Hamas a renunciar a la violencia y debilitar al grupo.
Por su parte, Israel comenzó una dura estrategia de aislamiento que comenzó con la retención de los fondos que cobra en nombre de las autoridades palestinas en concepto de aduanas, unos 40 millones de euros vitales para la supervivencia de los territorios.
Además, soldados israelíes arrestaron a la mayor parte de los diputados islamistas en Cisjordania y Jerusalén Este inhabilitando el Parlamento palestino, que quedó sin 'quórum' para trabajar.

La histórica confrontación entre la facción Al Fatah, derrotada en las urnas, y Hamas se agravó más que nunca, pero una sutil intervención internacional logró que pasara de las palabras a las armas.
Según una investigación de la revista 'Vanity Fair' apoyada en documentos confidenciales autentificados por fuentes norteamericanas, "hubo una iniciativa encubierta aprobada por Bush e implantada por la secretaria de Estado Condoleezza Rice y el viceconsejero de Seguridad Nacional, Elliott Abrams, para provocar una guerra civil palestina.
El plan fue apoyar las fuerzas dirigidas por [Mohamed] Dahlan [líder de Al Fatah] y dotarlas con nuevo armamento suministrado a petición norteamericana para dar a Fatah la fuerza necesaria para eliminar del poder al Gobierno democráticamente electo de Hamas. Es decir, Washington promovió un conflicto civil interpalestino para acabar con los islamistas.
Así, el líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abu Mazen, (Mahmud Abbas) se negó a entregar el control de las fuerzas de Seguridad a Hamas, que organizó sus propias fuerzas. Los choques aislados entre ambas facciones se sucedieron durante casi un año y medio, hasta que en junio de 2007 derivaron en una corta guerra intestina.
A los islamistas les bastaron pocos días para expulsar a Al Fatah. Abu Mazen disolvió el Gobierno electo de Hamas para nombrar otro Ejecutivo, tachado de ilegal por algunos expertos palestinos que también criticaron duramente la actuación de Hamas, y dividiendo 'de facto' los dos territorios palestinos.

EL BLOQUEO FUE IMPUESTO TRAS EL "GOLPE DE ESTADO" DE HAMAS

El bloqueo comenzó días después de que los islamistas llegaran al Gobierno, pese a las denuncias de las organizaciones humanitarias que advirtieron de que, sin la ayuda internacional, los territorios estaban abocados a una grave crisis asistencial, sanitaria y alimentaria.
Pocos meses después de la victoria electoral las ONG advirtieron de la escasez de medicinas en los hospitales y avisaron del riesgo de enfermedades infecciosas. Lo peor estaría por llegar. Primero fue la respuesta israelí a la captura del soldado Guilad Shalit, que castigó duramente la Franja.

Un año después, tras los combates interpalestinos, Tel Aviv declaró Gaza entidad enemiga, permitiendo la entrada de apenas 19 productos básicos de los 3.500 que entraban antes.
Desde entonces, la primera crisis humana creada expresamente por Occidente ha empobrecido a la población hasta límites insospechados. Si en 2007, un millón de personas en Gaza (donde habitan 1,5 millones de palestinos) sobrevivía gracias a las ayudas de la ONU, hoy se calcula que 1,2 millones comen gracias a Naciones Unidas, que ha dejado de recibir alimentos básicos por el cierre israelí. Hoy en día, los habitantes de Gaza tienen serias dificultades para encontrar pan.

LA CULPA DE LA OFENSIVA ES DE HAMAS POR SEGUIR LANZANDO COHETES

El pasado día 19 de diciembre, Hamas dio por finalizada una tregua unilateral de seis meses en la que los islamistas no lanzaron su artillería casera salvo en respuesta a bombardeos israelíes, sin causar muertos. A cambio, exigían que Tel Aviv aliviara el cerco permitiendo la entrada de productos básicos y de combustible, algo que nunca ocurrió.
En esos meses la situación se fue deteriorando en la Franja, hasta el punto de que los israelíes prohibieron el paso de ayuda de Naciones Unidas e incluso vetaron el suministro del combustible necesario para que las agencias de la ONU pudieran asistir a la población.
"¿En qué otro lugar padece la ONU un embargo? ¿Dónde se somete la ayuda alimentaria a tan severas restricciones?", se interrogaba el director de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, John Ging.
Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, denunció que "el bloqueo es una violación de las leyes internacionales y humanitarias".
El relator especial de la ONU para los territorios palestinos, el profesor judío estadounidense Richard Falk, exigió a principios de diciembre un "esfuerzo urgente [...] para aplicar las normas que protegen a la población civil palestina de las políticas de castigo que suponen un crimen contra la humanidad". Falk, que calificó el bloqueo contra Gaza de "continuada, flagrante y masiva de la ley humanitaria internacional", fue expulsado por Israel cuando intentó regresar a los territorios para terminar el informe que debe presentar ante la ONU en marzo.

ISRAEL SE DEFIENDE DE LA OFENSIVA PALESTINA

Es cierto que las facciones armadas palestinas lanzan sus cohetes contra el sur de Israel, al igual que es cierto que Tel Aviv acomete ofensivas aéreas contra la Franja en lo que califica de "asesinatos selectivos", que por lo general suelen ocasionar víctimas civiles. La cuestión está en qué tipo de daño hacen unos y otros.
Según datos del Ministerio de Defensa israelí, la ONG The Israeli Project calcula que 23 israelíes han muerto entre principios de 2001 y el verano de 2008 a causa de los proyectiles palestinos. Según el Centro Palestino para los Derechos Humanos, en ese periodo 3.800 palestinos han muerto por ataques israelíes, de los cuales casi 850 son niños.
Por otro lado, el Gobierno israelí invierte fuertes sumas en la seguridad de su población asentada en las proximidades de Gaza, mientras que los palestinos carecen no sólo de búnqueres, sino de medicinas, agua o suministro eléctrico.

SE TRATA DE UN ATAQUE CONTRA LA INFRAESTRUCTURA TERRORISTA DE HAMAS

Mezquitas, el canal de televisión de Hamas (Al Aqsa TV), la Universidad Islámica de Gaza. Varios edificios civiles han sido atacados en la actual ofensiva de Tel Aviv, además de centros políticos y militares.
El problema es que cualquier ataque contra un objetivo, incluso militar, en Gaza arrastra a numerosos civiles dado que la Franja es uno de los lugares con mayor densidad de población del mundo.
La mayoría de las víctimas han sido oficiales de la policía palestina afiliada a Hamas, entre ellos su máximo responsable, nombrado por Al Fatah, lo cual lleva a Israel a afirmar que las bajas son militares.
Sin embargo, según la IV Convención de Ginebra relativa a la protección de civiles en tiempos de guerra, los funcionarios (incluidos los oficiales de policía) son considerados civiles en los conflictos y no combatientes, por lo que los grupos de Derechos Humanos denuncian una masacre.

(*) Mónica G. Prieto fue corresponsal para Israel y los territorios palestinos entre 2005 y 2007, y vivió en Gaza la victoria electoral de Hamas, las consecuencias del bloqueo y la situación tras la guerra civil palestina