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viernes, 8 de octubre de 2010

CARTA DE AGRADECIMIENTO DE LA SENADORA COLOMBIANA PIEDAD CÓRDOBA POR LAS MUESTRAS DE SOLIDARIDAD RECIBIDAS


Quiero agradecer, desde lo más profundo de mi alma, a todas aquellas personas que de una u otra manera me han hecho llegar a través de mis colaboradores más cercanos, medios electrónicos, prensa escrita, radial y televisiva las innumerables muestras de cariño y solidaridad ante la sanción impuesta por el Procurador General de la Nación el pasado 27 de septiembre.

América Latina me ha arropado con su calidez y su alegría y Europa me ha abrazado con firmeza. Mensajes de indignación, pero también colmados de esperanza y reivindicación, han llegado hasta mí desde todos los lugares de una Colombia que los medios tradicionales con claros intereses políticos y económicos se rehusan a mostrar, pero quiero manifestar ante la opinión pública que es por esa Colombia por la que lucho, por la que juro que no me rendiré ni abdicaré, por la Colombia que se duele ante la deshumanización del conflicto y se resiste a justificar el derramamiento de sangre que lleva ya más de medio siglo. Y por la otra Colombia, la que me juzga sin sustentos ni fundamentos, la que me quiere muerta o en la cárcel, por esa Colombia seguiré trabajando tenazmente para que se acabe su indolencia frente a la guerra, su intolerancia ante la diferencia y la diversidad, su dogmatismo frenético e injustificado frente a aquellos que tienen ideologías y pensamientos distintos con respecto a la visión de la historia y la actualidad del país.

Es insólito que en un país que se ha preciado de tener la más sólida de las democracias del continente se les quiera demostrar a los jóvenes y a los sectores de la sociedad más vulnerables, a través de sus instituciones, que tampoco desde la democracia es posible tener oportunidades de poder y respeto. Son ellos quienes me acusan a mí de instigarlos con palabras a que tomen las armas, cuando son ellos, con hechos, quienes los invitan constantemente a optar por las vías de la violencia y la intolerancia, pues así trata nuestro Estado a quien piensa distinto y tiene intereses diferentes, sólo basta con recordar el caso aciago, reciente en nuestra historia, del genocidio de la Unión Patriótica.

Si bien acato y respeto la decisión del Procurador Ordóñez de destituirme e inhabilitarme para ejercer cargos públicos durante 18 años, advierto que no dejaré solas a las familias de los policías y soldados retenidos por la insurgencia, como tampoco a los desplazados víctimas del paramilitarismo, ni a las terrorismo del Estado, conocidos como falsos positivos, muchos de los cuales se encuentran en cementerios de NN o enterrados en fosas comunes.

Mi voz siempre será la de ellos, y será la voz de mis hermanos indígenas, la de los negros olvidados deliberadamente por todos los gobiernos, la de los campesinos y los homosexuales, la que hablará por los desterrados y desarraigados, la que siempre, dentro del marco legal, ético y jurídico luchará por sus derechos y sus nobles causas y acompañará a los promotores de la paz y defensores de los derechos humanos que fueron criminalizados durante los ocho años del gobierno de la Seguridad Democrática.

Y es que si bien a mí se me ha juzgado con base en prejuicios religiosos y políticos, puedo decir, con la frente en alto, que yo nunca he actuado ni pienso actuar de manera ilegal. El Estado utilizó criminalmente su aparato de inteligencia para espiarme y perseguirme y ni siquiera así lograron conseguir una sola prueba en mi contra, lo cual me llena de satisfacción y entereza para continuar en la búsqueda incesante de la solución negociada y pacífica del conflicto, pues no hay prisión que me detenga ni barrotes suficientes que puedan evitar que yo continúe luchando para que en Colombia haya justicia, igualdad social, libertad y respeto por la democracia. Paz en resumidas cuentas, aunque haya un pequeño grupo que, como el doctor Ordóñez, se empeñe en ponerle trabas y trancas. Ojalá supieran ellos, como lo supieron Bolívar y Gaitán, que la paz y la libertad son fenómenos, entes independientes que siempre encontrarán rendijas para escurrírseles a la mentira y a la infamia.

PIEDAD CORDOBA
Senadora de la República
Vía TWITTER @piedadcordoba
@PoderC_Colombia

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