TRINIDAD, ENFERMA...

De Mercedes López

Trinidad, ante todo disculpe que no la llame Señora, pues usted misma ha demostrado que en ese caso estaría faltando gravemente a la verdad.

Yo le escribo para darle un consejo …¡vaya usted al neurólogo! Y le digo esto porque, tras observar durante un tiempo sus ridículas actuaciones, sobre todo las referentes al tema del Sahara Occidental, y aun sin ser médico, he llegado a un diagnóstico claro…carece de neuronas espejo. Las neuronas espejo son las encargadas de la empatía, las que perciben sensaciones en los demás y nos transmiten esas mismas sensaciones a nosotros, nos hacen entender el mundo que nos rodea, encargadas del sentimiento solidario, imprescindibles para la vida .

Sé que Usted uno es una malísima persona (nadie podría ser tan malo a conciencia), así que atribuyo a la ausencia de estas neuronas su indiferencia ante el sufrimiento de miles de cientos de personas que están malviviendo 36 años fuera de su tierra, sé que es la falta de éstas lo que le empuja a no coordinar sus acciones coherentemente y olvidar que hay ciudadanos de su país corriendo un gran peligro en medio del desierto mientras usted visita y posa con quien, si es que no ha tenido algo que ver en eso, es seguro que se alegra. También a su falta se deberá el que no le importe que no lejos de donde se retrata vivan personas violadas, asediadas, maltratadas y se amontonen presos inocentes que debieran estar bajo su protección, o como mínimo bajo su respeto.

Trinidad, por esas cosas y por muchas más debe usted visitar a un especialista…aunque para mi la causa de la ausencia de esas neuronas es bastante clara…en usted se desarrollaron un nuevo tipo de éstas, yo las llamaría “neuronas Narciso”, por aquél que se creía el ombligo del mundo y se enamoró de su propio reflejo…claro que él se enamoró de su propia imagen por su extraordinaria belleza, así que usted, en todo caso, sería objeto de un minucioso estudio…